La redefinición del enemigo político luego del 11 de septiembre de 2001: un análisis desde la guerra y sus discursos - Núm. 109, Julio 2008 - Revista Facultad de Derecho y Ciencias Políticas - Libros y Revistas - VLEX 213635141

La redefinición del enemigo político luego del 11 de septiembre de 2001: un análisis desde la guerra y sus discursos

AutorClara María Mira González
CargoAbogada
Páginas365-384

La redefinición del enemigo político luego del 11 de septiembre de 2001: un análisis desde la guerra y sus discursos1

The Redefinition of the Political Enemy after 9/11/2001: an Analysis from the War and its Discourses

La redéfinition de l'ennemi politique après le 11 septembre 2001: une analyse selon l´approche de la guerre et ses discours

Clara María Mira González2

    Este artículo fue recibido el día 15 de septiembre de 2008 y aprobado por el Consejo Editorial en el Acta de Reunión Ordinaria No. 8 del 2 de diciembre de 2008.

Page 365

Introducción

Diversos cambios caracterizan la transformación de las relaciones internacionales en el transcurso del siglo XX y XXI. Dichas transformaciones están antecedidas por sucesos o acontecimientos que estructuran el escenario de un nuevo orden internacional.

En primer lugar, el derecho internacional, que desde sus orígenes en los tratados y convenciones como la paz de Westfalia, la Liga de Naciones, y la creación de las Naciones Unidas, fue definido en torno a la limitación del poder unilateral de los Estados y al delineamiento de parámetros de seguridad colectiva a partir de la creación de órganos e instituciones de carácter global, es desafiado por acciones unilaterales que se revelan en los últimos acontecimientos como la guerra contra Afganistán e Irak y que evidencian como las confrontaciones contemporáneas se desarrollan mediante actuaciones unilaterales que prescinden de cualquier respaldo o aval por parte de las Naciones Unidas, y, al mismo tiempo, ponen de manifiesto como esta organización es incapaz de controlar el poder unilateral de los Estados, especialmente de Estados Unidos como potencial mundial3.

Page 366

En segundo lugar, con la Guerra Fría se pone fin al mundo bipolar, basado en el equilibrio de poderes entre dos sistemas de pensamiento o ideologías (el socialismo vs el capitalismo) que garantizaban la seguridad mundial en términos de contención entre ambos. Tras la caída del Muro de Berlín se inicia un nuevo orden internacional multipolar donde no hay una potencia hegemónica que gobierne o controle el sistema internacional. Adicional a ello, el mundo contemporáneo carece de un gobierno central, ello es manifiesto no sólo por la falta de un organismo hegemónico, sino también por la crisis en la que está sumida la Organización de las Naciones Unidas, encargada de garantizar la seguridad y el orden internacional que, tras los acontecimientos del 11 de Septiembre de 2001, referidos específicamente a la guerra contra Irak, ha demostrado una incapacidad para cumplir sus objetivos4.

En tercer lugar, el poder mundial tiende a desarticularse, fragmentarse, dividirse; es decir, el poder en términos económicos y militares, sale del Estado Nación, lo que pone en evidencia su crisis, y se instala en movimientos de distinta índole como: redes de poder multinacionales, movimientos fundamentalistas, étnicos y religiosos5. Este desplazamiento del poder hacia otros actores internacionales, crea un vacío que se refleja en la carencia de un organismo internacional capaz de poner en práctica de manera efectiva los objetivos de preservación de la paz y la seguridad internacionales, que permitan la participación de Estados no occidentales en la toma de decisiones.

Aún así, y pese a la crisis del Estado Nación en su interinidad, en lo que tiene que ver con la detentación de la guerra o del poder político y con ello el mantenimiento de la paz en su interior o soberanía interna, como también en el dominio sobre los medios de producción; ese Estado Nación se mantiene como la forma de organización preponderante en el sistema internacional y como actor principal de las relaciones internacionales6.

Page 367

Los últimos acontecimientos precedidos por el ataque a las Torres Gemelas en Estados Unidos y con él al protagonismo que adquiere el terrorismo como fenómeno internacional remite a unas formas de guerra que poseen capacidad para aglutinar y transformar las visiones del mundo imperantes en el escenario actual. Estas formas de guerra son asimétricas porque los contrincantes se ubican en planos desiguales; es decir, no son guerras entre enemigos que ostenten el mismo poder bélico como era el caso de los Estados en las guerras medievales. Los contrincantes en las nuevas guerras son enemigos disímiles. Generalmente se asocian con movimientos religiosos, regionales y nacionalistas, que manifiestan una posición de evidente desigualdad. Dichas guerras son leídas desde la lógica occidental bajo el rótulo de terrorismo internacional, lo que hace que, en general, la reacción contra las mismas sea desproporcionada frente a los daños que producen7.

La importancia del estudio de las nuevas guerras radica en que éstas construyen un nuevo orden mundial, de fragmentación estatal, de reivindicación de identidades y del surgimiento de líderes fundamentalistas. En este nuevo orden, se evidencia el protagonismo por parte de los Estados occidentales en la definición del terrorismo, como si se tratara de identificar un enemigo común, cuando el enemigo es poroso, invisible y, lo más importante, diferenciado dependiendo del lugar donde se encuentre. Dado que este enemigo presenta características distintas en el contexto que se ubique, éste se acerca más a la teoría de las nuevas guerras, que a la lógica propuesta por George W. Bush en los pronunciamientos transcurridos con ocasión del atentado contra las Torres Gemelas en donde remite a la manera de Samuel Huntignton a un choque entre civilizaciones. De allí que, en aras de develar la naturaleza de este nuevo enemigo global, se pretenda hacer un estudio de las teorías de las nuevas guerras y del choque de civilizaciones, enunciadas por Mary Kaldor y Samuel Huntington respectivamente.

Page 368

En las siguientes líneas se describirán las características de las nuevas guerras en contraste con las viejas guerras para resaltar sus diferencias y semejanzas. En el primer capítulo se introducirán conceptos clásicos sobre la guerra y su relación con la política, luego se señalarán los rasgos distintivos entre las viejas y las nuevas guerras y, finalmente, se compararán las nuevas guerras con el terrorismo internacional. En el segundo capítulo se describirá cómo aparece el enemigo internacional en los discursos pronunciados por el presidente George W. Bush luego del 11 de Septiembre de 2001, y cómo ese terrorismo presenta características propias que contrastan con él concepto mismo de civilización. En este punto se expondrá la tesis de Huntington sobre el choque de civilizaciones con énfasis en la civilización en singular y se introducirá el concepto de lo político desde la relación amigo-enemigo presente en Carl Schmitt. En la exposición de ambas tesis se harán alusiones permanentes a los discursos pronunciados por el presidente George W. Bush y representantes internacionales, con el propósito de compararlas a la luz de los discursos internacionales. Por último, se enunciarán algunas conclusiones críticas al respecto.

1. Sobre las viejas y las nuevas guerras: la aparición de un nuevo enemigo global
1.1. Una aproximación teórica

Autores clásicos como Carl Schmitt se ha referido al tema de la guerra y su vinculación con lo político. Lo político, en Schmitt, se define como un asunto público y estatal en torno al cual se construyen identidades que giran alrededor de la relación amigo-enemigo, presente en dos campos: hacia el interior, como respuesta a los que se oponen al Estado; y hacia el exterior, como respuesta a otros Estados que no respetan su identidad8.

En la caracterización de la relación política -guerra, se refiere a la guerra como acto fundamental de la política o actividad propia del Estado, a la manera de vieja guerra, tal y como es entendida tanto por Mary Kaldor y por Herfreid Münkler. En las viejas guerras, la coerción y el capital son elementos claves a través de los cuales se consolidan los distintos elementos del Estado Moderno: nación, territorio y soberanía. Gracias a las guerras, los Estados "consiguen acatamiento y de dicho

Page 369

acatamiento derivan las múltiples ventajas del dinero, los bienes, la deferencia y el acceso a los placeres negados a los menos poderosos"9.

La guerra clásica o vieja guerra es la forma como se consolida el Estado Moderno y, para llevarla a cabo, los monarcas hicieron uso, primero, de grupos de mercenarios y luego de ejércitos profesionales que les permitieron agrupar franjas territoriales y centralizar el poder. Así, los ejércitos permanentes o profesionales fueron partes esenciales para alcanzar el monopolio de la violencia y con el la consolidación del Estado Nación. Por esto, las viejas guerras, son confrontaciones entre Estados, por la soberanía o por el poder sobre franjas territoriales y poblacionales. En ellas el interés del Estado es su justificación, y de allí su inescindibilidad con el poder político10.

Dichas guerras contrastan con las que aparecen en África y Europa del Este durante los años 80 y 90 a raíz del vacío de poder que se produce por la erosión de la autonomía del Estado y su monopolio de la violencia, pero también, son productos del fin de la bipolaridad. Las identidades que se aglutinaban en torno al socialismo y al capitalismo son reemplazadas por movimientos fundamentalistas y regionalistas que reivindican nuevos espacios de reconocimiento. La aparición de estos nuevos conflictos pretende reemplazar la contienda bipolar (capitalismo vs socialismo), por un nuevo tipo de enfrentamiento derivado de la globalización: el cosmopolitismo vs el exclusivismo. El primero...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR