Retomemos las finanzas, invirtiendo en el futuro - Retomemos la economía. Una guía ética para transformar nuestras comunidades - Libros y Revistas - VLEX 851267554

Retomemos las finanzas, invirtiendo en el futuro

AutorJ. K. Gibson-Graham/Jenny Cameron/Stephen Healy
Páginas201-235
Retomemos las finanzas, invirtiendo en el futuro
¿Qué
son
las finanzas?
El sector nanciero con sus mercados nancieros cambiantes se ha
convertido en nuestro oráculo de la salud económica. Cada noche
los noticieros nos muestran grácas y cifras que indican las uctua-
ciones de las monedas o el índice Dow Jones descifrados por comen-
taristas económicos que nos dicen lo que podemos y no podemos
esperar del futuro.
Desde el comienzo de la crisis nanciera global en , todas
las personas alrededor del mundo se han visto confrontadas con el
hecho de que nuestras vidas están tocadas por una realidad económi-
ca llamada: las nanzas. Algunas personas han visto perder sus traba-
jos y sus casas a causa de esta crisis y otras personas han visto cómo se
evaporan sus ahorros pensionales. Las corporaciones capitalistas han
ido a mendigar a los gobiernos rescates nancieros. Y para su rescate,
los gobiernos han iniciado programas de austeridad local y han eleva-
do a escala internacional la ayuda.
Pero ¿qué son las nanzas realmente? Y ¿por qué tienen tanto
poder en nuestras vidas?
El término “nanza” varía para referirse a dinero, ahorros, inver-
sión, impuestos, presupuestos, deudas y manejo del riesgo. El término
se asocia con instituciones tales como bancos, compañías de segu-
ros, grupos crediticios, mercados de valores, agencias de corredores
de bolsa y una gran cantidad de “instrumentos nancieros” —fondos
de protección, tasas de interés, bonos de acciones, fondos de pensión,
tasas de cambio y sus derivados—.
201
Muchas de las instituciones nancieras
que actualmente conocemos comenzaron ofre-
ciendo servicios nancieros especícos ligados a
grupos de personas que necesitaban una forma
de administrar su riqueza. Los bancos de mer-
caderes en los siglos XVII y XVIII ayudaban a
los comerciantes al proveerles desembolsos de
fondos para los barcos y las tripulaciones con
la esperanza de futuras recompensas cuando
sus barcos regresaran cargados de mercancías.
Los banqueros les agregaban intereses a sus
préstamos y acumulaban gran riqueza mientras
los comerciantes corrían con la mayoría de los
riesgos. Las compañías de seguro y los actuales
bancos de consumidores tienen sus orígenes en los fondos de asis-
tencia mutual organizados por gente trabajadora que ponía sus míse-
ros ahorros para poder retirarlos en caso de desempleo, enfermedad,
accidente o muerte.
Con el crecimiento de la industrialización capitalista en el siglo
XIX, las instituciones nancieras estuvieron íntimamente ligadas con
fondos organizados para la economía de producción. La industria
nanciera creció para encargarse de los ahorros de las sociedades,
“socializando” la riqueza individual al poner disponibles grandes can-
tidades de dinero como créditos y estableciendo plazos para el pago
de los préstamos. En recompensa por los pagos de intereses privados,
los nancistas facilitaron el ujo de ahorros, permitiendo que se usa-
ran para un “bien mayor”, ya fuera sacándolos de debajo del colchón o
impidiendo que se devaluaran en maquinarias y plantas.
Con el tiempo, el sector nanciero ha crecido desproporcio-
nadamente en relación con el resto de la economía. Su relación de
servicio con los grupos especícos ya no es tan evidente. En verdad,
parece haber desarrollado su propio modus operandi. Ahora el sector
nanciero opera más como un gran casino que como un guardián de
la riqueza de las sociedades. El dinero llama al dinero, de tal manera
que el mantra permanece. Y cualquier manera de llamarlo es perdo-
nada en el mundo actual.
k
Soy un comerciante. Si veo una
oportunidad de hacer dinero, la tomo.
Para la mayoría de comerciantes,
no se trata de… realmente no nos
importa qué tanto va a mejorar la
economía ni cómo se va a mejorar la
situación en general. Nuestro trabajo
es hacer dinero.
Alessio Rastani, comerciante de l mercado
financiero,
BBC World News,
2011
202 • RETOMEMOS LA ECONOMÍA
Casi cualquier contrato que tenga valor monetario hoy es pre-
sa de la “nanciación. Con base en la información de pronosticado-
res y economistas, las instituciones nancieras comercian lo que se
denomina derivados nancieros de préstamos para vivienda, fondos
de pensiones, índices de acciones, arrendamiento de maquinarias y
bonos de tesoros del gobierno. Tal y como lo hemos visto con el desa-
rrollo de la crisis nanciera mundial, los individuos, las corporaciones
y los reguladores gubernamentales terminan atrapados en la emoción
de las apuestas. Perciben el riesgo involucrado en estos mercados con
extraordinaria ingenuidad, algunas veces, con deseosa ignorancia y, en
verdad, sin ningún sentido de las obligaciones sociales más amplias.
El ethos entre los comerciantes nancieros era, por sus siglas en inglés,
IBGYBG (“I’ll be gone, you’ll be gone”; algo así como “cuando haya
que rendir cuentas, tanto usted como yo ya habremos desaparecido
del mapa”)NT ¿Por qué preocuparse entonces por una catástrofe a largo
plazo que podría provocar la nanciación?
La crisis nanciera global es un evento en marcha en el cual los
apostadores comenzaron a quebrarse al mismo tiempo. Los inversio-
nistas internacionales desde Islandia hasta India intercambiaron sus
ahorros por fracciones de miles de hipotecas en los Estados Unidos,
solo que sus fortunas se desvanecieron cuando este mercado de alto
riesgo quebró. Los administradores de acciones privadas compraron y
vendieron empresas en riesgo nanciero liquidando sus activos ven-
dibles o usando las empresas recientemente adquiridas como garan-
tía para adquirir préstamos más grandes. Una compañía de Estados
Unidos, Simmons Mattress Pty Ltd. (de propiedad limitada), fue ven-
dida y comprada siete veces en  años. Los inversionistas hicieron
dinero mientras la deuda de Simmons era inada de  millones de
dólares en  a . millardos en . La última rma de acciones
privadas que compró Simmons no pudo encontrar a su vez un nuevo
comprador y se fue a bancarrota.
Ahora en su quinto año, la crisis nanciera mundial aún conti-
núa. En la jerga del mundo nanciero, unos pocos con suerte logra-
ronamasar una gran fortuna en poco tiempo y sin gran esfuerzo.
Pero muchas instituciones en el sector de las nanzas públicas o
corporativas han resultado terriblemente afectadas o destruidas. Las
comunidades y las naciones están sufriendo y se han puesto en riesgo
RETOMEMOS LAS FINANZAS • 203

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