Subversión, contagio e inmunización - Los dispositivos biopolíticos de la seguridad nacional en Colombia durante los años setenta - Cuerpos al límite: tortura, subjetividad y memoria en Colombia (1977-1982) - Libros y Revistas - VLEX 787492377

Subversión, contagio e inmunización

AutorJuan Pablo Aranguren Romero
Páginas37-83

2
Subversión, contagio
e inmunización1
El comunismo acciona insidiosamente y con relativa impunidad para impedir
la formación de un bloque opuesto homogé neo […] trata sistemáticamente
de socavar los cimientos de las organizacione s supranacionales de Occidente
y las estructuras política s, sociales, económicas, etc., de la s naciones que lo
componen […] la guer ra se desarrolla ya dentro de nuestras fronteras. Sus
peligros son tan graves para la seguridad nacional como l os de la guerra
clásica […] En denitiva, la destrucción de la nación, de la patr ia y de sus
esencias permane ntes, es el objetivo de este mortal enemigo […] nunca
será exagerado el énfasis con que se señal e el carácter antinacional del
comunismo […] su propaganda, d estinada a enmascarar sus verdaderos y
ocultos propósitos […] tiene un solo n último: la sustitución d e la nación,
el Estado satélite dócil a los dictados de l a central roja internacional
[…] [En] un Estado cuyas estructuras ge nerales están invadidas por
el veneno marxista resulta harto p roblemático que las instituciones
militares puedan mantenerse incontaminadas […] la gravitación de la s
Fuerzas Armada s sobre el poder político debe estar en relación con la
magnitud de la amenaza y la efec tividad del gobierno para detenerla.
G. O V, Guer ra revolucionaria comunista
E C,  las décadas de los sesenta y setenta las narrativas
acerca de los movimientos sociales hacían pa rte de un conglomerado de discur-
sos, imaginar ios y representaciones sobre el comunismo, los partidos políticos
de izquierda, las revoluciones sociales y la lucha de guerril las extendido por
Una versión preliminar d e este apartado fue publ icada en Arangu ren ().
 cuerpos al l ímite
toda América Latina, que ha sido amplia mente analizado por Joseph Comblin
(). La aplicación de las doctrinas de la segur idad nacional durante los años
sesenta inauguró en la región un nuevo mil itarismo (Rouquié, ) que supuso
la adopción de principios ideológicos y estrategias contrainsurgentes a partir
de los cuales los problemas sociales se denieron como manifestaciones sub-
versivas (Leal, : ). Mientras los conictos sociales se entendieron como
manifestaciones de la inlt ración y expansión de los peligros de la subversión,
la sociedad fue imaginad a como un cuerpo amenazado por estas enfermedades,
que requería con urgencia de conjuros, protecciones y salvaguardas contra ellas.
Según el general Fernando La ndazábal,
Cuando las tensiones internas exi stentes llegan al campo de la contro-
versia callejera, y se hacen públ icas manifestaciones de los desacuerdos,
y las desavenencias, exponiendo cad a cual los motivos que sostiene en
el conicto ideológico, las masa s organizadas pa ra la lucha idealista
quedan expuesta s a la inltración de los adversarios políticos quienes,
socavando las bases de su orga nización, expanden e l virus de sus accion es
dentro del campo compacto de una ideología , que inicia su derrumba-
miento por la acción sicológica de quienes tienen interés en destr uirla.
(: , énfasis agregados)
Evidentemente, la incapacidad de los estados latinoamericanos para
expresar los intereses de la sociedad, y el hecho de que dichos estados sólo
fueran instr umentos de dominación de intereses particulares de clase y raz a
redundaron, como bien señala Norbert Lechner, en que les resultara impo-
sible generar proyectos nacionales, y los condujeron, en cambio, a intensi-
car su práctica histórica: reprimir las manifestaciones de oposición a los
grupos de poder dominantes. Por consiguiente, el Estado, en plena vigencia
de las dinámicas de la Guer ra Fría y del accionar de los movimientos arma-
dos insurgentes, se presentó como “un Estado en emergencia permanente”
(Lechner, : ).
En este capítulo propongo que la adhesión del Estado colombiano a la
doctrina de la seguridad nacional se apoyó en una cierta concepción de
la nación y del enemigo interno, en el recurso de hacer indeterminada la
amenaza, en la guración de la sociedad como un cuerpo amenazado y en
la armación de que era preciso un tratamiento inmunitario de la diferen-
cia. La aplicación de dicha doctri na en Colombia durante la segunda mitad
del siglo  es considerada aquí en su relación con la reivindicación de
una concepción de la nación y la ciudadanía emprendida por los militares
colombianos, concepción que se fundamentaba en una postura acerca del

los dispositivos biopolí ticos de la seguridad nacional de colombia…
otro de raigambre decimonónica. Para apoyar estas armaciones analizo
las publicaciones de las Fuerzas Milita res colombianas, en particu lar la Re-
vista de las Fuerz as Armadas y la Revista del Ejército, los libros escritos por
militares colombianos durante las década s de los sesenta y setenta y algunos
manuales de contrainsurgencia referidos por las Fuerzas M ilitares en varios
artículos de sus publicaciones seriad as.
Como han mostrado Rojas () y Castro-Gómez (), la experiencia
del Estado-nación en Colombia —y en muchos países de América Latina— se
ha fundamentado en el entramado colonial: se ha sostenido sobre una densa
capa de exclusiones políticas y raciales y sobre paradigmas disciplinares que
han apuntado a la dominación, el control social y la explotación económica de
la alteridad. Si se entiende este entramado colonial no como un aspecto supe-
rado del proyecto moderno, sino como su fundamento encubierto, se entrevé
que la formación de la nación y la consolidación de la experiencia colonial son
dos procesos estrechamente ligados y que uno no es la superación del otro. Con
proyecto moderno se hace referencia a una instancia c entral a parti r de la cual
se regulan racional mente los mecanismos de control sobre el mundo natural y
social. Dicha insta ncia central es el Estado, entendido como “la esfera en donde
todos los intereses encontrados de la sociedad pueden llegar a una ‘síntesis’, esto
es, como el locus capaz de formular metas colectivas, válidas para todos”. La
formulación de tales metas demanda la aplicación estr icta de “criterios raciona-
les” que le permitan al Estado ca nalizar los deseos, los intereses y las emociones
de los ciudadanos hacia las metas denida s por él mismo. Esto signica que el
Estado moderno no solamente adquiere el monopolio de la violencia, sino que
usa y abusa de ella para “ dirigir” racionalmente el mundo de los ciudadanos, de
acuerdo a criterios establecidos cientícamente de antemano (Castro-Gómez,
: , reproduzco los énfasis del original).
Una parte importante de este proceso la constituyen las que Beatriz Gon-
zález Stephan ha denido como práctica s disciplinares de los ciudadanos lati-
noamericanos del siglo : las constituciones, los manua les de urbanidad y las
gramáticas de la lengua (). Evidentemente, los planteamientos de González
Stephan siguen la línea planteada por Michel Foucault (), Michel de Certeau
(a) y Norbert Elias () en relación con () el proceso de disciplinamiento y
control de las sociedades por medio de la institucional ización homogeneizante
El análisis que propongo aquí retoma a lgunos aspectos t ratados en Arangu ren ().
El acceso a varios de estos ma nuales es restrin gido. Algunos se encuentr an en la Biblioteca
Central de las F uerzas Milit ares Tomás Rueda Vargas, pero aún no se conside ran de acceso públi-
co. Junto con estos manua les, otros textos producido s por las Fuerzas Mi litares colombiana s, así
como los archivos gub ernamentales corre spondientes al período q ue estudia esta inve stigación,
aún no son de consulta públ ica.

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