Trabajo digno y decente en México: ¿una utopía? - Calidad de vida laboral y trabajo digno o decente. Nuevos paradigmas en las organizaciones - Libros y Revistas - VLEX 840972202

Trabajo digno y decente en México: ¿una utopía?

AutorJosé Silvestre Méndez Morales
Páginas38-62
calidad de vida laboral y trabajo digno o decente
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Introducción
Escribir un capítulo acerca de la situación laboral en el país, después de casi
siete años de promulgada la mal llamada Reforma Laboral del , es muy
importante, sobre todo porque dicha reforma buscaba que en el país todos los
trabajos fueran dignos o decentes. ¿La reforma mejoró las condiciones laborales
de los mexicanos? ¿La reforma beneció a los trabajadores del país? ¿Ha servido
la reforma para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos? A siete años
de la reforma, ¿se puede hablar de trabajo digno y decente en el país?
En el  un grupo de académicos emprende el proyecto de investigar y pu-
blicar un libro titulado Reforma a la Ley del Trabajo : del mito a la realidad.
Ya desde entonces se plantaba que era un error llamarla reforma laboral, pues en
realidad fue una contrarreforma y no iba a beneciar a los trabajadores. Después
de un sexenio de aplicación de la famosa reforma, es necesario hacer un análisis
del panorama laboral del país y hacer un estudio prospectivo acerca de lo que
sigue en este importante rubro de la vida nacional.
¿Qué es el trabajo digno y decente? Es un concepto aspiracional o un deber
ser, que tiene que ver con un buen trabajo, un empleo que les permita a los
trabajadores y sus familias vivir en forma digna, y que sea bien remunerado,
estable y con seguridad social. Cualquier país debe aspirar a la generación de
trabajos dignos o decentes, a que todos sus empleos sean de esta naturaleza.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dene trabajo de este modo:
El conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que producen bienes o
servicios en una economía, o que satisfacen las necesidades de una comunidad
o proveen los medios de sustento necesarios para los individuos. El empleo es
denido como “trabajo efectuado a cambio de pago (salario, sueldo, comisiones,
propinas, pagos a destajo o pagos en especie)” sin importar la relación de de-
pendencia (si es empleo dependiente-asalariado, o independiente-autoempleo).
(Levaggi, )
     :  
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Por su parte, el concepto de trabajo digno o decente incorpora cuatro objeti-
vos fundamentales: los derechos de las personas en el trabajo, las oportunidades
de empleo para la gente, la protección social (seguridad social) y el diálogo social
entre los diferentes actores del proceso de trabajo (básicamente diálogo entre
los dueños del capital y los trabajadores asalariados). En este sentido, la OIT
(s. f.) señala:
El trabajo decente sintetiza las aspiraciones de las personas durante su vida labo-
ral. Signica la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un
ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para las
familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, liber-
tad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en
las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para
todos, mujeres y hombres.
El objetivo de este capítulo es analizar el panorama laboral del país a casi
siete años de la promulgación de la mal llamada Reforma Laboral del ;
asimismo, investigar si el país puede considerarse como generador de trabajos
dignos y decentes, es decir, cuál es la prevalencia del trabajo digno y decente
sobre otro tipo de trabajos que se pueden considerar precarios, mal pagados y
sin seguridad social.
Antecedentes
El país se inscribe en la órbita del capitalismo, aunque México sea habitualmen-
te calicado como subdesarrollado, tercermundista, dependiente o emergente;
así, puede considerarse como un país capitalista dependiente y atrasado, por las
características estructurales que maniesta en su devenir histórico, sobre todo
desde el siglo XIX y hasta la actualidad.
Son precisamente estos rasgos estructurales, junto con una inadecuada con-
ducción del país por los gobernantes, los que históricamente han impedido crear
empleos formales y bien remunerados para atender la creciente demanda de

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