El último de los puristas - Artículos de Baldomero Sanín Cano en la revista Hispania - Años de vértigo. Baldomero Sanín Cano y la revista Hispania (1912-1916) - Libros y Revistas - VLEX 857284214

El último de los puristas

AutorRafael Rubiano Muñoz/Juan Guillermo Gómez García/Baldomero Sanín Cano
Cargo del AutorSociólogo y magíster en Ciencia política de la Universidad de Antioquia/Abogado de la Universidad Externado de Colombia con estudios de filosofía en la Universidad Nacional de Colombia/Autor
Páginas257-260
257
EL ÚLTIMO DE LOS PURISTAS
Revista Hispania, n.º 44, Londres, 1 de agosto de 1915, pp. 1432-
1433.
este título de uno de los más bellos y curiosos ensayos de Fran-
cisco de Sanctis, me ha venido a la memoria al leer en los diarios
de Colombia la nota conmovida por el motivo de la muerte de Luis
Eduardo Villegas, hombre docto, jurisconsulto de muchas letras,
y ardiente adorador de la hermosa lengua castellana.
Su más viva preocupación en 1880, cuando le veíamos en las
redacciones de los periódicos políticos, no eran las vicisitudes de
los partidos, sino la pureza y esplendor de la lengua castellana.
La política, al fin y al cabo, no era sino un menester despreciable,
como cualquier otro, lleno de sórdidas aspiraciones, de locos de-
vaneos, y de funestos desengaños; en tanto que el cultivo de la
lengua por la lengua sola, por la inefable majestad de su belleza,
carecía de sinsabores y no era ocasión a desengaños.
Amaba su lengua con amor celoso, y en aras de ese amor
vino a quemar sin incienso las flores de la retórica, de que se
encariñó sin saberlo, con tanto trasegar por los fatigados textos
de los clásicos en busca de las más puras formas de la expresión.
La Academia le inspiraba entonces un profundo respeto. Las voces
que su Diccionario no hubiera prohijado él las tenía por indignas
de aparecer en su prosa sabia y solemne. Los que empezábamos a
hacer el ensayo de nuestra debilidad en las pugnas del periodismo
por aquellos días, nos arrojábamos sobre sus artículos políticos en
busca de las formas inmarcesibles de expresión. Teníamos su prosa
por el dechado de la pureza; solía de cuando en cuando cerrarnos
el paso algún vocablo de ceñudo entrecejo, recóndito y extraño

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