El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima - Núm. 72, Julio 2013 - Revista Desarrollo y Sociedad - Libros y Revistas - VLEX 830612925

El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima

AutorHernando Vargas, Pamela Cardozo
Páginas225-257
225
D E S A R R O . S O C . 71, P R I M E R S E M E S T R E D E 2013, P P . X-X X , I S S N 0120-3584
Revista
Desarrollo y Sociedad
72
Segundo semestre 2013
PP. 225-257, ISSN 0120-3584
El uso de encajes en un marco de política
monetaria óptima1
The Use of Reserve Requirements in An Optimal
Monetary Policy Framework
Hernando Vargas2
Pamela Cardozo3
DOI: 10.13043/DYS.72.6
Resumen
En este artículo se analizan tres tipos de modelos para determinar cuándo, en
un esquema de inflación objetivo, el banco central (BC) debe utilizar los enca-
jes como una herramienta de política monetaria óptima. En todos los casos,
el BC busca minimizar una función objetivo que consta de las desviaciones
de la inflación de su meta, y del producto y los encajes de sus niveles respec-
tivos de largo plazo. En un modelo de economía cerrada se encuentra que la
política monetaria óptima es fijar los encajes en su nivel adecuado de largo
plazo y ajustar la tasa de interés de política para enfrentar los distintos cho-
ques que afecten a la economía. En un segundo modelo de economía abierta
con los mismos objetivos del BC y en otro de economía cerrada en donde la
función objetivo del BC incluye además la estabilidad financiera, los encajes
sí forman parte de la respuesta de política monetaria óptima ante choques
1 Los resultados y opiniones son responsabilidad exclusiva de los autores y su contenido no compromete
al Banco de la República ni a su Junta Directiva.
2 Gerente Técnico. Banco de la República. Correo electrónico: hvargahe@banrep.gov.co.
3 Subgerente Monetaria y de Reservas. Banco de la República. Correo electrónico: pcardoor@banrep.
gov.co.
Este artículo fue recibido el 2 de enero de 2013; modificado el 3 de abril de 2013 y, finalmente, aceptado
el 13 de abril de 2013.
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macroeconómicos. La pertinencia, la magnitud y la dirección del movimiento
de los encajes dependen de los parámetros de la economía y de los choques
a los que esta se enfrente.
Palabras clave: encajes bancarios, inflación objetivo, política monetaria.
Clasificación JEL: E51, E52, E58.
Abstract
We analyse three models to determine the conditions under which reserve
requirements are used as a part of an optimal monetary policy framework in
an inflation targeting regime. In all cases the Central Bank (CB) minimizes an
objective function that depends on deviations of inflation from its target, the
output gap and deviations of reserve requirements from its optimal long term
level. In a closed economy model we find that optimal monetary policy implies
setting reserve requirements at their long term level, while adjusting the policy
interest rate to face macroeconomic shocks. Reserve requirements are inclu-
ded in an optimal monetary policy response in an open economy model with
the same CB objective function and in a closed economy model in which the
CB objective function includes financial stability. The relevance, magnitude
and direction of the movements of reserve requirements depend on the para-
meters of the economy and the shocks that affect it.
Key words: Reserve requirements, inflation targeting, monetary policy.
JEL classification: E51, E52, E58.
Introducción
Algunos países como Brasil, Colombia y Perú, en un esquema de inflación obje-
tivo, han utilizado los encajes a los depósitos como una medida macropru-
dencial buscando que en la parte expansiva del ciclo crediticio un aumento
en los encajes disminuya el crédito y aumente las tasas activas, para que de
esta forma se reduzca el apalancamiento excesivo de los deudores. En la parte
contraccionista, al bajar los encajes se busca que el exceso de reservas actúe
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como un colchón de liquidez y disminuyan las tasas de interés del sistema
financiero. No obstante, al alterar las condiciones financieras, estos cambios
en los encajes pueden afectar otras variables macroeconómicas y, por ende,
otros objetivos del banco central (BC, en adelante). El propósito de este
artículo es analizar las condiciones en las cuales vale la pena utilizar los enca-
jes, en un esquema de inflación objetivo, como medida de política monetaria
adicional a la tasa de interés.
Se encuentra que en un esquema de inflación objetivo de economía cerrada,
en donde el BC tiene tres objetivos de minimización: la brecha de producto, la
diferencia entre la inflación y la meta, y las distorsiones en el sistema financiero,
y en el que cuenta con un solo canal de transmisión de la política monetaria (la
demanda agregada), los encajes no desempeñan ningún rol como herramienta
de política independiente de la tasa de interés, mientras que estos sí lo tienen
en un modelo de economía abierta en donde la tasa de cambio constituye otro
canal de transmisión. En este último caso, la política óptima del BC contem-
pla el uso de los encajes si la inflación es distinta de la meta y si la relación
entre los efectos de la tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa de
cambio difiere de la relación entre los efectos de estos dos instrumentos sobre
la demanda agregada. En esta situación, el BC puede explotar las diferencias
que hay entre los mecanismos de transmisión de ambas medidas de política
y ajustar los encajes para mejorar los trade-offs que surgen entre inflación y
brecha del producto cuando solo se utiliza la tasa de interés de política.
Los encajes pueden cumplir también una función independiente como instru-
mento de política cuando existe un objetivo adicional del BC, por ejemplo, el
endeudamiento de los agentes económicos. En esta situación, el uso de los
encajes puede mejorar los trade-offs que enfrenta el BC entre inflación, brecha
del producto y endeudamiento, siempre y cuando la relación entre el efecto de
la tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa de interés activa difiera
de la relación entre el efecto de estas dos variables sobre la tasa de interés
pasiva. En todos los casos, la magnitud de la importancia del uso de los enca-
jes depende de los parámetros de la economía. En la penúltima sección del
documento, se evalúa la pertinencia de los encajes como herramienta de polí-
tica monetaria en Colombia, con base en la evidencia empírica reportada en
algunos trabajos sobre los parámetros relevantes.
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Este artículo se enmarca en la literatura sobre la interacción entre la polí-
tica monetaria y las políticas macroprudenciales, la cual ha surgido con el
análisis de las respuestas de política de varios países, antes y durante la cri-
sis financiera global (véanse Nier et al., 2012, para una revisión conceptual y
empírica de dicha interacción). En un modelo de equilibrio general para una
economía abierta con fricciones reales y financieras, Unsal (2011) encuentra
que las políticas macroprudenciales pueden complementar (mas no sustituir)
la política monetaria. El análisis del efecto de las políticas macroprudencia-
les en este modelo se basa en un instrumento genérico que eleva el costo
de financiamiento de los usuarios del crédito. No obstante, como se ilustra
más adelante, los encajes pueden tener efectos macroeconómicos adiciona-
les que pueden determinar su papel en un contexto de política óptima. Otros
artículos relacionados comparten con el presente documento un enfoque de
política monetaria óptima en presencia de fricciones financieras, pero no con-
templan el uso de encajes como una herramienta de política adicional (Cúr-
dia y Woodford, 2009). Por otro lado, Agénor y Da Silva (2011) en un modelo
de equilibrio general estudian el efecto de movimientos de los encajes en una
economía en donde el instrumento del BC es la tasa de interés y esta es fijada
de acuerdo con diversos criterios. En contraste, aquí el enfoque contempla la
determinación simultánea de los encajes y la tasa de interés en un marco de
política monetaria óptima.
Este artículo está en línea con el de Cecchetti y Kholer (2012), quienes estu-
dian la sustituibilidad entre la tasa de interés de política y el requerimiento de
capital. Ellos encuentran que en una economía cerrada en donde los objetivos
del BC son la inflación y la brecha, la tasa de política y el requerimiento de
capital son sustitutos, es decir, una vez se fije uno de estos instrumentos en
el valor óptimo, no se puede mejorar el equilibrio ajustando el otro. Cuando
Cecchetti y Kholer (2012) incorporan la estabilidad financiera en la función
objetivo del BC, ambos instrumentos resultan ser importantes para la deter-
minación de la política óptima, lo que implica que se necesita coordinación
entre la política monetaria y las herramientas macroprudenciales.
A diferencia de ellos, en este artículo se analiza el uso de los encajes, no del
requerimiento de capital, en un marco de política monetaria óptima, en el cual
el BC utiliza también la tasa de interés como instrumento. En este sentido,
los dos trabajos se complementan en la medida en que los encajes y el requi-
sito de capital pueden tener efectos distintos en las decisiones de los bancos.
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Además y en contraste con Cecchetti y Kholer (2012), aquí se estudia explíci-
tamente el funcionamiento de los encajes y la política monetaria en una eco-
nomía pequeña y abierta. Esta característica es fundamental para determinar
la utilidad de los encajes como herramienta de política.
I. ¿Qué se sabe sobre los efectos de los encajes en un
esquema de inflación objetivo?
Sobre el efecto de los encajes en las tasas de interés, la literatura teórica (por
ejemplo, Betancourt y Vargas, 2008) ha encontrado que si el BC estabiliza
la tasa de interés de política y el crédito de este es sustituto perfecto de los
depósitos bancarios, los bancos sustituirán los depósitos por el crédito del BC
ante una variación de los encajes. Por tanto, la oferta de crédito se mantendrá
estable y las tasas de interés activas no se alterarán. Al reducirse la demanda
de depósitos por parte de los bancos, se reducirán las tasas de interés pasi-
vas. El margen de intermediación se ampliará, entonces, por la vía de meno-
res tasas de depósito.
En cambio, cuando el crédito del BC es sustituto imperfecto de los depósitos
bancarios como fuente de financiación, los encajes pueden tener un efecto
sobre la tasa de interés de los créditos y sobre la cartera del sistema finan-
ciero, dada la incertidumbre sobre la tasa de interés de política futura y el
consecuente riesgo que deben enfrentar los intermediarios financieros cuando
los plazos de los créditos y los depósitos bancarios difieren de los plazos del BC.
En este caso, el efecto de un aumento del encaje es positivo en la tasa de inte-
rés activa y ambiguo en la pasiva4 . El efecto final de los encajes sobre el volu-
men de crédito en un esquema de inflación objetivo dependerá, entonces, de
la sustituibilidad entre los depósitos y el crédito del BC.
4 Un aumento en los encajes eleva la demanda de liquidez de los bancos induciéndolos a aumentar su
financiamiento con el BC, lo que aumenta la exposición de los bancos al riesgo de tasa de interés cuando
los créditos del BC son de muy corto plazo. De esta forma, se encarece el financiamiento del crédito (por
mayor riesgo) y aumenta la demanda de depósitos. El primer efecto hace que la tasa activa aumente;
el segundo hace que la tasa pasiva se incremente, pero este impacto se contrapone al encarecimiento
de los depósitos por cuenta del mayor encaje (lo cual disminuye la demanda de depósitos por parte de
los bancos). Al final, por tanto, el efecto en la tasa de interés pasiva es ambiguo.
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Respecto a los efectos macroeconómicos de los encajes, la literatura empí-
rica reciente se enfoca en las experiencias de países emergentes, por ser en
ellos donde se han utilizado estos instrumentos como herramienta de política
macroprudencial en años recientes. García-Escribano, Tovar y Vera (2011), con
datos de Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, evalúan la efectividad de los
encajes a los depósitos para contener el crédito, a través de dos métodos: un
análisis de eventos y un VAR dinámico con datos panel. Los autores encuentran
que los encajes tienen un efecto moderado y transitorio en reducir la senda de
crecimiento del crédito. Con el análisis de eventos llegan a la conclusión de que
los países que han utilizado encajes y otras medidas macroprudenciales logran
en promedio una caída en el crecimiento del crédito cercana al 1% durante el
mes siguiente a la medida5. Sin embargo, el efecto es moderado si se tienen en
cuenta las altas tasas de crecimiento del crédito que se registran antes de la
medida y que después de cuatro meses el crédito vuelve a crecer a estas tasas.
Además de registrar un impacto moderado y de corto plazo de los encajes y
de las políticas macroprudenciales (provisiones dinámicas, requerimientos de
capital contracíclico) sobre el crecimiento del crédito, los resultados del VAR
muestran que el efecto de los encajes marginales es nulo, mientras que el de
los encajes generales no lo es.
Por otro lado, Glocker y Towbin (2012b) estiman un VAR con datos de Brasil.
Los resultados muestran que los choques positivos tanto a la tasa de interés
de política como al encaje disminuyen el crédito interno. Sin embargo, en con-
traste con la tasa de interés de política, un choque positivo al encaje genera
una depreciación de la moneda, una mejora en la cuenta corriente y un incre-
mento en la inflación. De acuerdo con esto, dichos autores sugieren que los
encajes pueden complementar la tasa de interés de política en la preservación
de la estabilidad financiera, pero que no pueden sustituirla como herramienta
para mantener la estabilidad de precios. En un trabajo teórico, Glocker y Towbin
(2012a) analizan el efecto de los encajes en un modelo dinámico estocástico
de equilibrio general para una economía pequeña y abierta. Como resultado,
obtienen que los encajes pueden ayudar al objetivo de inflación del BC solo si
las fricciones financieras son importantes y pueden contribuir notablemente
al bienestar de la economía, si hay un objetivo de estabilidad financiera. Ade-
más encuentran que los encajes son más efectivos para estabilizar el producto
5 Sin embargo, García-Escribano et al. (2011) no especifican el tamaño del movimiento a los encajes, ni
si este es igual para todos los países.
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y la inflación cuando hay deuda en moneda extranjera, al contrario de lo que
ocurre con la tasa de interés de política monetaria.
En la literatura empírica para Colombia, Vargas, Varela, Betancourt y Rodríguez
(2010) estiman relaciones de largo plazo entre varias tasas de interés del mer-
cado financiero (activas y pasivas) y sus determinantes, como la tasa de interés de
política del BC, la pendiente de la curva de rendimientos a los plazos corres-
pondientes, otras variables de oferta y demanda de préstamos y depósitos, y
los encajes. Los autores encuentran: a) efectos positivos de largo plazo de los
encajes sobre las tasas de interés de créditos comerciales, preferenciales y de
tesorería, sobre las tasas de interés de los certificados de depósito a término
(CDT) de más de un año y sobre las tasas de interés promedio de los CDT y b)
ningún efecto estadísticamente significativo sobre las tasas de interés de los
depósitos de ahorro, de los CDT de menos de un año, de los créditos de consumo
y de los créditos hipotecarios, o sobre la tasa de interés activa promedio.
Bustamante, González y Pérez (2012) estiman un VARX con datos entre 1994Q1
y 2011Q3, para estudiar la forma en la que un cambio en una medida macro-
prudencial como el encaje bancario a los depósitos y en un instrumento tradi-
cional como la tasa de interés de política se transmiten a las diferentes tasas
de interés del mercado y a algunas variables macroeconómicas. Las variables
endógenas del modelo VARX están ordenadas de manera tal que el choque de
tasa de interés de política queda identificado con la descomposición de Cho-
lesky. El orden de las variables endógenas es: producto interno bruto (PIB) real,
inflación anual, cartera real, tasa de interés interbancaria (TIB), tasa activa,
tasa pasiva (DTF) y base monetaria6. Como variable exógena incluyen la razón
de reservas sobre pasivos sujetos a encaje.
Bustamante et al. (2012) encuentran que los choques de tasa de interés de
política y de encaje promedio tienen los siguientes efectos: contraen el pro-
ducto, la inflación y la cartera del sistema financiero, al mismo tiempo que
incrementan las tasas de colocación y captación. Las estimaciones sugieren
que un choque de 100 pb sobre la tasa de interés de política genera reacciones
más fuertes sobre el PIB, la inflación y la cartera que un choque de la misma
6 El PIB, cartera nominal, y la base monetaria los incluyen en logaritmos. La especificación supone que
la autoridad monetaria observa los choques contemporáneos a las otras variables macroeconómicas
en el momento de fijar la tasa de interés. Esto puede no ser adecuado, dados los rezagos con los que
se conocen varios datos macroeconómicos.
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magnitud en el encaje promedio. Esto puede obedecer a la respuesta endógena
compensatoria de la TIB ante cambios en los encajes. Para controlar por dicha
respuesta, dichos autores consideran un choque simultáneo de TIB y encaje de
100 pb. Los resultados indican una baja contribución a las respuestas de las
variables macroeconómicas del choque a los encajes.
II. ¿Cuándo utilizar los encajes como instrumento de
política en el esquema de inflación objetivo?
A. Un modelo de economía cerrada (modelo I)
En un modelo simple y estilizado de inflación objetivo en una economía cerrada
no existe un rol para los encajes como herramienta de política independiente
de la tasa de interés. Por ejemplo, en el caso del modelo básico de inflación
objetivo presentado por Walsh (2002), el BC define óptimamente su política
reconociendo el trade-off de corto plazo que puede haber entre la inflación
(p) y la brecha del producto (x). Este modelo sencillo puede extenderse para
incorporar los encajes como instrumento de política. La introducción de los
encajes implica dos tipos de consideraciones.
Primero, los encajes tienen un impacto en la inflación y la brecha del pro-
ducto a través de su efecto sobre las tasas de interés activas y pasivas, y, por
esta vía, sobre el gasto agregado: x = x(i, z). Esta es la ecuación de una curva
IS, en la cual la brecha del producto es función de la tasa de interés de polí-
tica (i) y de los encajes (z). Con base en la discusión de la sección anterior
sobre los efectos de los encajes en un esquema de inflación objetivo, un
aumento en los encajes elevaría las tasas de interés activas y de este modo se
reduciría la demanda agregada, pero al mismo tiempo, podría inducir disminucio-
nes en las tasas pasivas. Si estas últimas tasas son relevantes en las decisiones
de gasto (por ejemplo, costo de oportunidad, efecto intertemporal), la caída
de dichas tasas podría tener un efecto expansivo sobre la demanda. En otras
palabras, xi < 0 y
xz0
.
Segundo, los encajes son impuestos distorsionantes a la intermediación finan-
ciera (Reinhart y Reinhart, 1999). Como tales, son costosos para la sociedad y
su nivel deseable debe consultar su costo relativo al de otros impuestos dis-
torsionantes. Por otra parte, los encajes pueden atenuar el riesgo de liquidez
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de los bancos. Por estas razones, puede argüirse que existe un nivel óptimo de
encajes de largo plazo (
ˆ
z
). Las desviaciones de dicho nivel serán costosas para
la sociedad. Por tanto, al contemplar los encajes como herramienta de política,
el BC toma en cuenta el costo de alejarse de su nivel óptimo de largo plazo,
el cual puede representarse como:
r
2
2
zz
()
ˆ
.
Con estas dos consideraciones, el modelo de inflación objetivo extendido para
incluir los encajes consiste en hallar los valores óptimos de i y z para un BC
que resuelve la siguiente función objetivo7:
min ˆ
,iz
xzz
p r
22 2
22 2
++
()
(1)
sujeta a la curva de Phillips (2) y a la curva IS (3)8, 9:
pp ax=++
ex
(2)
xxiz u=
()
+,
(3)
7 En el modelo tradicional de inflación objetivo el BC minimiza una función de pérdida estándar tomando
como instrumento la tasa de interés de política (Walsh, 2002). El BC estabiliza la tasa de interés con
un criterio claro que emana de la minimización de una función de pérdida en la cual entran las bre-
chas de inflación y de producto, lo cual se asimila a lo que Svensson (1997a, 1997b) ha denominado
estrategia flexible de inflación objetivo. Los resultados de este artículo dependen crucialmente del
supuesto de estabilización de la tasa de interés por parte del BC, como sucede en la inflación objetivo.
En un régimen basado en agregados monetarios este supuesto no rige y, por tanto, los resultados del
análisis cambian.
8 La curva IS presentada en la ecuación (3) puede derivarse de una función convencional
donde il e id son las tasas de interés de préstamo y depósito, respectivamente (Bernanke y Blinder, 1988).
Los valores de equilibrio de estas tasas de interés se desprenden de las condiciones de equilibrio en los
mercados de préstamos y depósitos en los cuales la demanda de depósitos y la oferta de préstamos
por parte de los intermediarios financieros dependen de la tasa de interés de política y de la tasa de
encaje.
9 En el modelo del presente documento se plantea una curva de oferta agregada en la cual las expec-
tativas de inflación son exógenas. Al no s uponer diferencias entre el nivel óptimo de producto y el
nivel natural de este, no son pertinentes las discusiones como la del sesgo inflacionario de la política
monetaria (Barro y Gordon, 1983). El interés es determinar la política monetaria óptima con dos
instrumentos (los encajes y la tasa de interés), considerando diferentes mecanismos de transmisión
u objetivos del BC, sin involucrarse en temas de credibilidad o determinación de las expectativas de
inflación. En esta especificación, por tanto, los choques a las expectativas de inflación se asimilan a
choques de oferta, como en Walsh (2002).
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En la función objetivo se supone que la meta de inflación del BC es cero. La
curva de Phillips relaciona la inflación (p) con las expectativas de inflación (pe),
el estado de la economía, medido por la brecha del producto (x), y un choque
inflacionario (x) que captura otros factores que pueden afectar la inflación.
Las condiciones de primer orden son:
ap +
()
=xx
i0
ap rxx zz
z
()
+−
()
=
ˆ0
donde xi y xz representan las derivadas parciales de la brecha del producto con
respecto a la tasa de interés de política y los encajes, respectivamente.
Estas condiciones implican fijar i tal que
ap +=x0
y
zz=ˆ
. En otras pala-
bras, el BC debe fijar siempre z en su valor óptimo de largo plazo y ajustar
i para alcanzar el valor de x que mejor resuelve el trade-off entre la brecha
del producto y la inflación. La intuición de este resultado es sencilla: dado
que i y z operan a través del mismo canal de transmisión (afectando x y, por
esta vía, p), el uso de los encajes no mejora el trade-off entre inflación y bre-
cha del producto y sí implica costos si se desvían de su valor óptimo de largo
plazo. Por tanto, la política que minimiza las pérdidas para el BC es aquella
que minimiza el costo directo de los encajes y optimiza con la tasa de interés
el trade-off mencionado.
En resumen, los encajes no son valiosos como herramienta de política mone-
taria cuando el BC tiene tres objetivos (p, x, z) y un canal de transmisión (x,
en la figura 1) , porque en el óptimo el BC halla el valor de x que minimiza
su pérdida (x*) y luego ajusta i y z para alcanzarlo de la forma menos costosa
posible:
zzi
**
ˆ,=
tal que
xxiz
**
,ˆ
=
()
.
Figura 1. Tres objetivos y un canal de transmisión
π
i
zX
Fuente: elaboración propia.
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 235
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Este resultado es independiente de la potencia del mecanismo de transmisión
de i a x y p, o de z a x y p. Es decir, si se debilita la transmisión de la tasa de
interés a la demanda agregada y a la inflación, la política óptima prescribe
un ajuste más fuerte de i y encajes constantes en
zz
*ˆ
=
. Desde el punto de
vista de la política óptima, el debilitamiento del canal de transmisión de la
tasa de interés de política al gasto no es una justificación para el uso de los
encajes como instrumento de política monetaria. ¿Cuál puede ser entonces
una justificación válida en este sentido? La conclusión anterior surgió en un
modelo con tres objetivos del BC y un solo canal de transmisión. Si se gene-
raliza el modelo para incluir más objetivos y canales de transmisión, el resul-
tado puede cambiar.
B. Un modelo de economía abierta (modelo II)
Se considera un modelo similar al anterior, pero en economía abierta, de modo
que el BC tienen los mismos tres objetivos (p, x, z), pero hay un canal de trans-
misión adicional asociado a la tasa de cambio. En este caso el BC tiene la misma
función objetivo (1), pero ahora sujeta a las curvas de Phillips (4) e IS (5) de
una economía abierta, y a la relación entre la depreciación nominal (s), la tasa
de interés, los encajes y los choques externos a la tasa de cambio (6):
pp ax=+++
exBs
(4)
xxizsu=
()
+,,
(5)
ssiz v=
()
+,
(6)
En este modelo la depreciación nominal afecta la inflación de manera directa
en la curva de Phillips e indirectamente a través de la curva IS. Surge enton-
ces un nuevo canal mediante el cual cambios en i o en z pueden afectar p o
x. Cambios en la tasa de interés de política o en los encajes alteran las tasas
de interés pasivas y activas del sistema financiero y, por este medio, la tasa de
cambio (depreciación nominal), en la medida en que los flujos de capitales
tenderán a ajustar las condiciones de paridad de las tasas de interés internas
y externas. Las condiciones de primer orden del problema de optimización del
BC en una economía abierta son:
pa xxsBsxxxs
isiisi
+
()
+
()
++=()0
(7)
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pa r(( ))()()=0xxsBsxxxszz
zszz zsz
+++++−
ˆ
(8)
Estas condiciones pueden reexpresarse como:
()()=ap p++xx xs Bs
isii
(9)
()()()=ap rp+++− xx xs zz Bs
zxzz
ˆ
(10)
Al reemplazar la ecuación (9) en la (10), se obtiene que:
zzBxs xs
xxs
zi iz
isi
=ˆ+
+
p
r
(11)
Este resultado significa que la política óptima del BC contempla el uso de los
encajes como herramienta (
zzˆ
), si: a) la inflación es diferente de cero (la
meta), b) el canal directo de la tasa de cambio a la inflación (curva de Phillips)
está activo (
B0
) y c) la relación entre el efecto de la tasa de interés de polí-
tica y el encaje sobre la tasa de cambio difiere de la relación entre los efectos
de estas dos variables sobre la demanda agregada (
ss xx
iz iz
//
). Además,
la ecuación (11) implica que la magnitud del uso de los encajes depende inver-
samente de la ponderación de sus desviaciones en la función de pérdida, r.
De acuerdo con la ecuación (11), para entender de manera profunda el papel
de los encajes en este contexto se necesita conocer los signos de las derivadas
de xi, si, xz, sz, y xs. Normalmente, los aumentos en la tasa de interés de política
elevan las tasas de interés activas y pasivas, lo que lleva a reducir la demanda
agregada por efectos de sustitución y de costo de oportunidad, xi < 0, y, todo
lo demás constante, a inducir entradas de capitales que aprecian la moneda,
si < 0. Por el lado de los encajes, un aumento produce un efecto ambiguo tanto
en la brecha del producto,
xz0
, como en la tasa de cambio,
sz0
. Si los
encajes encarecen las tasas de interés activas y reducen las de los depósitos,
su impacto en el gasto agregado es incierto; depende de la pertinencia de
cada una de esas tasas en las decisiones individuales de gasto. En adelante se
supondrá que xz < 0, bien sea porque las tasas activas son más importantes
que las pasivas como determinantes del gasto o porque los aumentos de los
encajes elevan las tasas de depósito (un resultado teóricamente factible, de
acuerdo con Betancourt y Vargas, 2008, y empíricamente observado en algu-
nos casos, por ejemplo, en Vargas et al., 2010).
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 237
D E S A R R O . S O C . NO. 72, B O G O T Á , S E G U N D O SE M E S T R E D E 2013, P P . 225-257, I S S N 0120-3584
Con base en los argumentos anteriores, el efecto de los encajes en la depre-
ciación es incierto. Si las tasas de interés de depósitos son el principal deter-
minante de los flujos de capitales y se cumple que un aumento de los encajes
las reduce, entonces sz > 0. Al disminuir las tasas pasivas se generan salidas de
capital y una depreciación de la moneda. Por el contrario, si los encajes elevan
las tasas de interés de los depósitos o si las tasas activas son determinantes más
importantes de los flujos de capitales, entonces sz < 0. Por último, se asume
el supuesto de que una depreciación, todo lo demás constante, aumenta el
producto en el corto plazo, xs > 0. En resumen, se trabajará con los siguientes
supuestos: xi < 0, si < 0, xz < 0,
sz0
y xs > 010.
Para entender en qué situaciones la inflación de equilibrio difiere de la meta
y se justifica óptimamente el uso de los encajes como herramienta de política
monetaria, es útil examinar la respuesta del BC ante los distintos choques que
puede sufrir la economía. Con este fin, se aplica estática comparativa a las
condiciones de primer orden (7) y (8), suponiendo que las pendientes xs, xi, xz,
si, sz son constantes. Definiendo A xi + xssi (A < 0) y D xz + xssz , las ecua-
ciones (7) y (8) se pueden escribir como:
pa ()=0ABsxA
i
++
(12)
pa r() ()=0DBsxDzz
z
+++−
ˆ
(13)
Teniendo en cuenta las relaciones (4), (5) y (6), se diferencian totalmente las
condiciones de primer orden (12) y (13), y se obtiene:
()(( )(
(
apxaABsd dBsd sd dv xd xd
xsdsdd
i
e
ii zz ii zz
siizz
++++++ +
+++vvduAxd xd
xsdsddvdu
ii zz
siizz
)))(
())=0
++ +
++++
(14)
10 Infortunadamente, aun en un modelo tan sencillo como este, los resultados de la respuesta de política
óptima dependen de varios parámetros y es imposible hacer generalizaciones o extraer conclusiones
simples. Con estos supuestos se reduce el número de combinaciones posibles de parámetros. Se mantiene
abierta la posibilidad de que cambios en los encajes tengan efectos inciertos en la tasa de cambio, por
dos razones. Primero, porque la evidencia al respecto no es concluyente. Segundo, porque la utilidad de
los encajes como medida complementaria de la tasa de interés depende crucialmente de los supuestos
respecto a estos parámetros, como se muestra a continuación.
El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima
238
D E S A R R O . S O C . NO. 72, B O G O T Á , S E G U N D O SE M E S T R E D E 2013, P P . 225-257, I S S N 0120-3584
()(( )(
(
apxaDBsd dBsd sd dv xd xd
xsdsdd
i
e
ii zz ii zz
siizz
++++++ +
+++vvduDxd xd
xsdsddvdudz
ii zz
siizz
)))(
())=0
++ +
+++++
r
(15)
Los resultados de estática comparativa son los siguientes:
Choques de demanda
di
du
Bs AABs sx sx
BsAAB
izzi iz
i
=(( ))
2()
22
222
+++−
++ +
ar ar r
ar ar((( ))
22 2
rssxsx
iziiz
+−
(16)
dz
du
Bssx sx
F
iziiz
=()
2
(17)
donde F es el denominador de la ecuación (16) y es mayor que cero. Cuando
B = 0 (no hay canal directo de pass-through en la curva de Phillips), desapa-
rece el segundo canal de transmisión y, de acuerdo con los resultados de la
sección anterior, los encajes no tienen un rol activo en la respuesta de política
al choque de demanda. En este caso las anteriores ecuaciones se reducen a:
di
du A
=1>0
(18)
dz
du =0
(19)
Los encajes serán utilizados óptimamente para responder a choques de demanda
solo si B 0 y
sx sx
zi iz
−≠0
. ¿En qué dirección deben ajustarse los encajes ante
un choque de demanda? El sentido de la respuesta de los encajes depende de dos
factores: a) el efecto de los encajes sobre la tasa de cambio (sz) y b) la diferencia
entre la proporción de los efectos de la tasa de interés de política y el encaje
sobre la tasa de cambio y la proporción de los efectos de estas dos variables
sobre la demanda agregada. A continuación se explica este resultado.
Cuando un alza en los encajes deprecia la moneda (sz > 0) porque disminuye
las tasas de interés pasivas y los flujos de capital responden más a estas que al
aumento de las activas, el BC optará por aumentar los encajes ante un choque
positivo de demanda y al mismo tiempo ajustará al alza de la tasa de interés
de política. Intuitivamente lo que sucede es que, para compensar el choque
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 239
D E S A R R O . S O C . NO. 72, B O G O T Á , S E G U N D O SE M E S T R E D E 2013, P P . 225-257, I S S N 0120-3584
observado de demanda, el BC debe aumentar la tasa de interés de política en
tal magnitud que esto genera una fuerte apreciación e induce una reducción
indeseada de la inflación (por debajo de la meta). Por tanto, el ajuste de la
tasa de interés no puede ser el necesario para llevar la brecha del producto a
cero (esto implicaría una reducción considerable de la inflación). Así, el trade-
off entre x y p implica x > 0 y p < 0 , cuando se utiliza solamente la tasa de
interés. En esta situación un aumento de los encajes mejora el trade-off del
BC porque contribuye de manera simultánea a reducir x, acercándola a cero
(xz < 0), y a aumentar p, acercándola a cero (sz > 0). En este caso, por ende,
los encajes funcionan como un complemento de la tasa de interés.
Cuando un aumento de los encajes aprecia la moneda (sz < 0), sus beneficios
serán menores porque sus efectos sobre la tasa de cambio y la inflación van en
la misma dirección que los de la tasa de interés. En concreto, la respuesta de los
encajes ante un choque de demanda depende de la diferencia entre la propor-
ción de los efectos de la tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa de
cambio y la proporción de los efectos de estas dos variables sobre la demanda
agregada. Si si/sz > xi/xz, los encajes son atractivos en relación con la tasa de
interés para enfrentar el choque de demanda, porque moderan el gasto agre-
gado con un impacto más bajo sobre la inflación que el que se produce al
utilizar la tasa de interés. Esto induce al BC a emplear los encajes como una
herramienta sustituta de la tasa de interés11. No obstante, la sustitución no es
completa, debido al costo de las distorsiones que los encajes introducen.
Por otro lado, si sz < 0 y si/sz > xi/xz, la respuesta óptima del BC ante el cho-
que de demanda involucra una reducción en los encajes y al mismo tiempo un
alza en la tasa de interés. En este caso, la disminución de los encajes modera
la caída de la inflación (a través de una depreciación de la moneda) sin con-
trarrestar fuertemente el impacto de la subida de la tasa de interés sobre la
brecha del producto.
11 Si sz < 0, para que se dé un aumento en la tasa de interés ante un choque de demanda se requiere que
a ar r Bs AABs sx sx
izzi iz
++
()
22
>
.
El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima
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Choques de oferta
di
d
ABsDsx sx
F
iziiz
x
ar r
=()
+− []
(20)
dz
d
BAsx sx
F
zi iz
x
=()
(21)
De nuevo, si B = 0 (no hay pass-through), entonces:
di
dAx
a
a
=()
>0
2
+
(22)
dz
dx=0
(23)
Al igual que en el caso de un choque de demanda, ante un choque de oferta
la respuesta de política óptima involucra un ajuste de los encajes si hay un
pass-through en la curva de Phillips (B > 0) en la ecuación (21) y si la rela-
ción entre el efecto de la tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa
de cambio difiere de la relación entre los efectos de estas dos variables sobre
la demanda agregada (
sx sx
zi iz
−≠0
en la ecuación 21). ¿En qué dirección
se moverán los encajes en este caso? El sentido de la respuesta de los enca-
jes depende, como en el choque de demanda, del impacto de estos sobre la tasa
de cambio (sz) y de la diferencia entre la proporción de los efectos de la tasa de
interés de política y el encaje sobre la tasa de cambio y la proporción de los
efectos de estas dos variables sobre la demanda agregada. A continuación se
explica este resultado.
Cuando un aumento de los encajes deprecia la moneda (sz> 0), la respuesta
de política ante un choque de oferta incluye un alza de la tasa de interés y
una reducción de los encajes12. Intuitivamente, ante el choque de oferta, el BC
sube la tasa de interés para contener el aumento de la inflación, a costa de
un sacrificio en la brecha del producto. Este trade-off mejora si el BC baja los
12 Si sz> 0, para que
di
dx>0
se requiere que
 xxs
zsz
>
(lo que implica que D < 0 ) o que si
r sDsx sx
iziiz
()
, entonces
ar rABsDsx sx
iziiz
>−
()
.
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 241
D E S A R R O . S O C . NO. 72, B O G O T Á , S E G U N D O SE M E S T R E D E 2013, P P . 225-257, I S S N 0120-3584
encajes para estimular el gasto y aumentar la brecha del producto acercándola
a cero desde una posición negativa (xz< 0), a la vez que reduce la inflación a
través de una apreciación de la moneda (la reducción de los encajes eleva las
tasas de interés pasivas, sz> 0).
Cuando un aumento de los encajes aprecia la moneda (sz< 0), la respuesta óptima
de política involucra un aumento de la tasa de interés13 y un movimiento de los
encajes que depende de la diferencia entre la proporción de los efectos de la
tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa de cambio y la proporción
de los efectos de estas dos variables sobre la demanda agregada. Específica-
mente si si/sz < xi/xz, el BC aumentará los encajes debido a que con ello logra
una reducción de la inflación con un sacrificio de brecha de producto que es
menor que el que se produce si se utiliza la tasa de interés. En este caso, los
encajes se utilizan como sustitutos de la tasa de interés. Por otro lado, si si/
sz > xi/xz, el BC reducirá los encajes porque de esta manera puede moderar la
disminución de la brecha del producto con un incremento relativamente bajo
de la inflación.
Choques de expectativas de inflación
La interpretación es la misma que en el caso de los choques de oferta, dado que:
di
d
di
d
e
px
=
(24)
dz
d
dz
d
e
px
=
(25)
Choques de depreciación
di
dv
xA Bx sx Bs xsxsx
siis iziz zi
=−+
()
++
()
++
()
ararr
22
2
F
(26)
13 Si sz< 0, para que
di
dx>0
, es suficiente que szxi < sixz. Si szxi > sixz, entonces se necesi-
ta que
r sDsx sx
iziiz
>−
()
o si
r  sDsx sx
iziiz
()
, e nto nce s se nec esi ta q ue
ar rAB sDsx sx
iziiz
>−
()
.
El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima
242
D E S A R R O . S O C . NO. 72, B O G O T Á , S E G U N D O SE M E S T R E D E 2013, P P . 225-257, I S S N 0120-3584
dz
dv
Bxsx sx
F
iizzi
=
()
2
(27)
Si no hay pass-through (B = 0):
di
dv
x
A
s
=
(28)
dz
dv =0
(29)
Un choque de depreciación tiene efectos similares a los de un choque de
oferta. Es decir, eleva la inflación y requiere un aumento de la tasa de interés
que modere la subida de los precios con un sacrificio en cuanto a la brecha
de producto. Por esta razón, al igual que en el caso de un choque de oferta,
la respuesta de política óptima ante un choque de depreciación involucra un
ajuste de los encajes si hay un pass-through en la curva de Phillips (B > 0) en
la ecuación (27) y si la relación entre el efecto de la tasa de interés de política
y el encaje sobre la tasa de cambio difiere de la relación entre los efectos de
estas dos variables sobre la demanda agregada (
sx sx
zi iz
−≠0
en la ecuación
27). ¿En qué dirección se moverán los encajes en este caso? Como ante el cho-
que de oferta, el sentido de la respuesta de los encajes depende del impacto
de estos sobre la tasa de cambio (sz) y de la diferencia entre la proporción de
los efectos de la tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa de cambio
y la proporción de los efectos de estas dos variables sobre la demanda agre-
gada. La explicación de este resultado es similar a la ofrecida en la descripción
de la respuesta de política del BC ante un choque de oferta.
De particular interés son los casos en los cuales el encaje y la tasa de interés
se ajustan en direcciones opuestas ante un choque de depreciación o apre-
ciación. Esto sucede más claramente cuando un alza de los encajes deprecia
la moneda (sz> 0). En estas circunstancias, por ejemplo, un choque de apre-
ciación requiere una reducción de las tasas de interés y un aumento de los
encajes. La reducción de la tasa de interés modera la caída de la inflación,
pero genera una brecha de producto positiva. El alza de los encajes mitiga de
manera simultánea el aumento de la brecha del producto y la caída de la infla-
ción. No obstante, aun si un aumento de los encajes aprecia la tasa de cambio
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 243
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(sz< 0), el BC responde ante un choque de apreciación reduciendo la tasa de
interés y subiendo los encajes cuando si/sz > xi/xz. En este caso, el aumento de
los encajes modera la brecha del producto a costa de una reducción pequeña
de la inflación, lo cual mejora el trade-off del BC.
En síntesis, a diferencia del modelo sencillo de economía cerrada descrito ini-
cialmente, en un modelo de economía abierta con pass-through directo de la
depreciación a la inflación en la curva de Phillips, los encajes tienen, al menos
teóricamente, un rol en la respuesta óptima de la política monetaria ante distintos
choques que pueda sufrir la economía. Esto se debe a que en presencia de tres
objetivos del BC (p, x, z) y dos canales de transmisión (x, s; véase figura 2), un
choque que desvíe la inflación o el producto de su valor óptimo puede inducir
cambios en la tasa de interés que alteren la inflación independientemente de
la brecha, por vía del pass-through directo de la curva de Phillips (B = 0). En
esta situación, los encajes pueden mejorar el trade-off del BC entre inflación
y producto, siempre y cuando la relación entre el efecto de la tasa de interés
de política y el encaje sobre la tasa de cambio difiera de la relación entre los
efectos de estas dos variables sobre la demanda agregada, y en especial si los
encajes afectan la depreciación de la moneda y la brecha de producto en sen-
tidos opuestos. En particular, si sz> 0, el papel de los encajes en la respuesta
de política ante los distintos choques será más importante. Naturalmente, el
ajuste óptimo de los encajes diferirá dependiendo del tipo de choque, tal y
como sucede con la respuesta óptima de la tasa de interés.
Figura 2. Tres objetivos y dos canales de transmisión
π
iz
X
S
Fuente: elaboración propia.
El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima
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III. ¿En qué otras circunstancias es adecuado utilizar los
encajes como herramienta de política?
Como se vio, en el caso de tres objetivos (p, x, z) y un canal de transmisión (x)
no existe un rol activo de los encajes en la respuesta de la política monetaria
óptima ante distintos choques. En el caso de tres objetivos (p, x, z ) y dos cana-
les de transmisión (x, s), existe un rol potencial, pero su justificación práctica
depende de los parámetros de la economía y de la clase de choques que reciba.
Existe otro caso en el cual los encajes pueden cumplir un papel importante
como instrumentos de política monetaria y es cuando existe un objetivo adi-
cional del BC, por ejemplo, la estabilidad financiera. En esta situación el uso
de los encajes puede mejorar los trade-offs que enfrenta el BC.
Según Disyatat (2010), las dificultades de incorporar consideraciones de esta-
bilidad financiera en los modelos de política monetaria justifican de manera
operacional incluir una medida de desequilibrio financiero en la función de
pérdida del BC. La idea es que es presumiblemente más fácil encontrar una
conexión entre las acciones de política y las medidas de desequilibrio finan-
ciero que hallar un vínculo entre dichas acciones y la probabilidad de crisis
financieras en el futuro distante. Disyatat (2010) arguye que la función de
pérdida del BC relacionada con la estabilidad financiera debería ser asimé-
trica. Por simplicidad, aquí se utiliza una pérdida cuadrática simétrica, pero
la interpretación de los resultados se hace en el caso de choques que induz-
can excesos de apalancamiento. De forma específica, se plantea el problema
del BC como:
iz
xc zz
,
min (ˆ)p gr
2222
22 22
+++
(30)
sujeto a la curva de Phillips de una economía cerrada, la relación de la tasa
de interés de depósitos y préstamos con la tasa de interés de política y con el
encaje, la curva IS y una medida (c) de exceso de apalancamiento:
pp ax=++
ex
(31)
iiiz
d
d
=,
()
(32)
(33)
xxii u
dl
=+(,)
(34)
ccxci
yll
=+
(35)
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 245
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La ecuación (35) denota una función de demanda de crédito14 con coeficientes,
cy > 0 y cl < 0. Nótese que al incluir el choque e en la función de la tasa de
interés activa, il, y no de manera independiente en la función de demanda
de crédito, implícitamente se establece que se trata de un choque de oferta de
crédito. Las condiciones de primer orden de este problema indican que:
zz cc xiiii
xi xi
li
dz
d
i
l
i
d
z
l
idi
d
ili
l
=+
+
ˆ()
g
r
(36)
Este resultado significa que la política óptima del BC contempla el uso de los
encajes como herramienta (
zzˆ
), si: a) el exceso crediticio es diferente de
cero (
c0
), b) el BC se preocupa por la estabilidad financiera (g > 0) y c) la
relación entre el efecto de la tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa
de interés activa difiere de la relación entre los efectos de estas dos variables
sobre la tasa de interés pasiva (
ii ii
i
l
z
l
i
d
z
d
//
). Además, implica que la mag-
nitud del ajuste de los encajes depende inversamente de la ponderación de
sus desviaciones en la función de pérdida, r, y directamente de la importan-
cia del objetivo de estabilidad financiera, g.
De acuerdo con la ecuación (36), para entender más el rol de los encajes en este
contexto se necesita conocer los signos de las derivadas de xid, xil, ii
d, ii
l, iz
l e iz
d.
Normalmente, los aumentos en la tasa de interés de política elevan las tasas
de interés activas y pasivas (ii
l > 0, ii
d > 0), lo que lleva a reducir la demanda
agregada por efectos de sustitución y de costo de oportunidad (xil < 0, xid < 0).
Por el lado de los encajes, se supone que no hay sustitución perfecta entre los
depósitos y las operaciones de mercado abierto del BC, por lo cual un aumento
produce un alza en la tasa de interés activa (iz
l > 0) y un efecto ambiguo en la
tasa de interés pasiva (iz
d 0) (Betancourt y Vargas, 2008)15.
14 c puede entenderse como la desviación de la demanda de crédito de su valor de estado estacionario
CYxi CYi
ll
=+
()
()
,,
, donde
Y
e
il
representan los valores de estado estacionario del ingreso y
de la tasa de interés de préstamo, respectivamente.
15 Como en el modelo anterior, los resultados de la respuesta de política óptima dependen de varios pa-
rámetros y es imposible hacer generalizaciones o extraer conclusiones simples. Con estos supuestos se
reduce el número de combinaciones posibles de parámetros. Se mantiene abierta la posibilidad de que
cambios en los encajes tengan efectos inciertos en la tasa de interés de los depósitos por dos razones.
Primero, porque la evidencia al respecto no es concluyente. Segundo, porque la utilidad de los encajes
como medida complementaria de la tasa de interés depende crucialmente de los supuestos respecto
a estos parámetros, como se muestra a continuación.
El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima
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Para examinar la reacción de política monetaria ante distintos choques de
la economía, se aplica estática comparativa sobre las condiciones de primer
orden, suponiendo pendientes constantes. La atención se concentra en los
choques que generan un riesgo de inestabilidad financiera, entendido como
c > 0. El caso c < 0 no es tan relevante desde el punto de vista de los desequi-
librios financieros.
Choques negativos de demanda (
du
< 0)
En este caso se consideran eventos que afecten la demanda agregada sin que
simultáneamente impacten la oferta de crédito; por ejemplo, caídas fuertes de
la demanda pública o externa que no incidan de forma directa en el mercado
de crédito (a diferencia de los choques de expectativas, confianza y aversión
al riesgo). Las respuestas de la tasa de interés y del encaje ante este choque
son las siguientes:
di
du
cc icix ii ii Jc
ly i
l
lz
l
idz
d
i
l
i
d
z
l
y
=+ +
()
()
++gr garag
22 22
gra gr r
()
()
++
()
()
()
++ci ii ii xcciJ
li
l
z
d
i
l
i
d
z
l
idly i
l22222
2JJc
y
22 2
ag++
()
(37)
dz
du
cixiiii
K
li
l
idz
d
i
l
i
d
z
l
=−+
()
()
22
ga
(38)
donde
Jixix
i
d
ii
l
i
dl
=+()
y K es el denominador de la ecuación (37)16. El sentido
de la respuesta de los encajes depende del impacto de estos sobre la tasa de
interés pasiva (iz
d ) y de la diferencia entre la proporción de los efectos de la
tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa de interés activa y la pro-
porción de los efectos de estas dos variables sobre la tasa de interés pasiva. A
continuación se explica este resultado.
Cuando un alza en los encajes disminuye las tasas de interés pasivas (iz
d < 0),
el BC optará por aumentar los encajes ante un choque negativo de demanda
y al mismo tiempo hará un ajuste a la baja de la tasa de interés de política.
Intuitivamente lo que sucede es que para compensar el choque observado de
demanda, el BC debe reducir la tasa de interés de política en tal magnitud
16 J < 0; K > 0.
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 247
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que esto genera un exceso crediticio. Por tanto, el ajuste de la tasa de inte-
rés no puede ser el necesario para llevar la brecha del producto ni la inflación
a cero. Así, el trade-off entre x, p y c implica x < 0, p < 0 y c > 0, cuando se
utiliza solo la tasa de interés. En esta situación un aumento de los encajes
mejora el trade-off del BC porque contribuye simultáneamente a aumentar x
(por medio de menores tasas de interés pasivas) y a reducir c (por medio de
mayores tasas activas). En este caso, por ende, los encajes funcionan como un
complemento de la tasa de interés.
Cuando un aumento de los encajes eleva la tasa de interés pasiva (iz
d > 0), sus
beneficios serán menores porque sus efectos sobre las tasas de interés activas
y pasivas van en la misma dirección que los de la tasa de interés de política.
En concreto, la respuesta de los encajes ante el choque de demanda conside-
rado depende de la diferencia entre la proporción de los efectos de la tasa de
interés de política y el encaje sobre la tasa de interés activa y la proporción
de los efectos de estas dos variables sobre la tasa de interés pasiva. Si iz
d > 0 e
ii
l / iz
l < ii
d /iz
d, la respuesta óptima del BC ante el choque de demanda involucra
un aumento en los encajes y al mismo tiempo una disminución de la tasa de
interés de política. En este caso el aumento de los encajes modera el endeu-
damiento (a través de una mayor tasa de interés activa), sin contrarrestar de
forma fuerte el efecto expansionista de la reducción de la tasa de interés de
política sobre la brecha del producto.
En contraste, si ii
l / iz
l >ii
d /iz
d, la respuesta óptima ante el choque es disminuir los
encajes y la tasa de interés de política17. En este caso, los encajes son relativa-
mente atractivos, en relación con la tasa de interés, para enfrentar el choque
de demanda, porque estimulan el gasto agregado con un impacto más bajo
sobre la oferta crediticia que el que se produce al utilizar la tasa de interés.
Esto induce al BC a emplear los encajes como una herramienta sustituta de
la tasa de interés. No obstante, la sustitución no es completa debido al costo
de las distorsiones que los encajes introducen.
17 Se requiere que
−−++ +−cc iJccix ii ii
ly i
l
ylz
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i
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22 22
.
El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima
248
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Choques positivos de oferta (
dx
< 0)
En este caso, la inflación tiende a situarse por debajo de la meta. La respuesta
óptima de política consiste en reducir las tasas de interés18 y tolerar un período
en el cual la producción será mayor que su nivel sostenible de largo plazo. Este
aumento del ingreso y la caída de las tasas de interés pueden estimular un cre-
cimiento indeseable del endeudamiento de los agentes de la economía. Aquí
es donde los encajes pueden cumplir una función útil para mejorar el trade-
off del BC. Las condiciones de primer orden de la política óptima implican las
siguientes respuestas de la tasa de interés de política y los encajes ante un
choque positivo de oferta:
di
d
cx ii ii ci cixixJ
K
li
dz
d
i
l
i
d
z
l
lz
l
yz
d
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(39)
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cx ii ii ci ci xcix
K
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l
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++
()
()
(40)
El sentido de la respuesta de los encajes depende de su impacto sobre la tasa
de interés pasiva (iz
d ) y de la diferencia entre la proporción de los efectos de la
tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa de interés activa y la pro-
porción de los efectos de estas dos variables sobre la tasa de interés pasiva. A
continuación se explica este resultado.
Cuando un alza en los encajes disminuye las tasas de interés pasivas (iz
d < 0),
el BC optará por aumentar los encajes ante un choque positivo de oferta y
al mismo tiempo hará un ajuste a la baja de la tasa de interés de política.
Intuitivamente lo que sucede es que para compensar el choque observado de
18 Para que
di
dx>0
si
iz
d<0
se requiere que
ci cixix
lz
l
yz
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, se requiere que
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.
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 249
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oferta, el BC debe reducir la tasa de interés de política en tal magnitud, que
esto genera un exceso crediticio y una brecha de producto positiva. Por tanto,
el ajuste de la tasa de interés no puede ser tan grande como para llevar la
inflación a cero. Así, el trade-off entre x, p y c implica x > 0, p < 0 y c > 0,
cuando se utiliza solo la tasa de interés. En esta situación el aumento en los
encajes eleva la tasa activa, lo que contiene las presiones de endeudamiento
y disminuye la brecha de producto. Este último efecto reduce de forma inde-
seada la inflación, pero es compensado por la caída de la tasa de interés pasiva
resultante del aumento de los encajes.
Cuando un aumento de los encajes eleva la tasa de interés pasiva (
iz
d>0
), sus
beneficios serán menores porque sus efectos sobre las tasas de interés activas
y pasivas van en la misma dirección que los de la tasa de interés de política.
En concreto, la respuesta de los encajes ante el choque de oferta conside-
rado depende de la diferencia entre la proporción de los efectos de la tasa de
interés de política y el encaje sobre la tasa de interés activa y la proporción
de los efectos de estas dos variables sobre la tasa de interés pasiva. Si iz
d > 0
e ii
l / iz
l < ii
d /iz
d, la respuesta óptima del BC ante el choque de oferta involucra
un aumento en los encajes y al mismo tiempo una disminución de la tasa de
interés de política. Recuérdese que el choque de oferta y la reducción de la
tasa de interés llevan a la economía a una situación en la cual la inflación se
sitúa por debajo de la meta (p < 0) y la brecha de producto y el crédito exce-
den sus valores óptimos (x > 0 y c > 0). En estas circunstancias, un aumento
de los encajes reduce la brecha de producto y el crédito (a través del alza en
las tasas activas y la propia disminución de la brecha), lo cual acerca estas
variables hacia sus niveles óptimos, pero al mismo tiempo reduce la inflación,
alejándola de su meta. Cuando ii
l / iz
l < ii
d /iz
d, el impacto de los encajes sobre
las tasas activas es relativamente fuerte y el beneficio neto de aumentarlos
es positivo, pues la ganancia derivada de la corrección del endeudamiento y
el exceso de gasto supera el costo de la baja de la inflación.
En contraste, si ii
l / iz
l > ii
d /iz
d, la respuesta óptima ante el choque es disminuir
los encajes y la tasa de interés de política. En este caso, los encajes son rela-
tivamente atractivos, en relación con la tasa de interés, para enfrentar el cho-
que de oferta, porque estimulan el gasto agregado y elevan la inflación con un
impacto más bajo sobre la oferta crediticia que el que se produce al uti-
lizar la tasa de interés. Esto induce al BC a emplear los encajes como una
herramienta sustituta de la tasa de interés. No obstante, la sustitución no
es completa debido al costo de las distorsiones que los encajes introducen.
El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima
250
D E S A R R O . S O C . NO. 72, B O G O T Á , S E G U N D O SE M E S T R E D E 2013, P P . 225-257, I S S N 0120-3584
Choques positivos de oferta de crédito (
d
e < 0)
Este es un choque que disminuye la tasa activa sin afectar independientemente
la demanda de crédito. Por eso se interpreta como un choque de oferta de cré-
dito. En el caso de los choques positivos a esta (generados por disminuciones
en la aversión al riesgo o por reasignaciones en el portafolio bancario como
consecuencia de variaciones en las evaluaciones de riesgo de crédito versus
de mercado, liquidez u otros), no solo se genera un exceso de endeudamiento,
sino también un aumento de la brecha del producto y la inflación (por cuenta
de una menor tasa de interés activa). La reacción óptima del BC involucra un
aumento de las tasas de política19 para contener el endeudamiento y el exceso
de gasto. Sin embargo, dependiendo de los parámetros de la economía, los
encajes pueden mejorar el trade-off del BC. Las condiciones de primer orden
implican las siguientes respuestas de la tasa de interés de política y los enca-
jes ante un choque positivo de oferta de crédito:
di
d
ci ix ii ii xJ c
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l
z
d
idz
d
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l
i
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()
222
(42)
El sentido de la respuesta de los encajes depende del impacto de estos sobre
la tasa de interés pasiva (iz
d) y de la diferencia entre la proporción de los efec-
tos de la tasa de interés de política y el encaje sobre la tasa de interés activa
y la proporción de los efectos de estas dos variables sobre la tasa de interés
pasiva. A continuación se explica este resultado.
Cuando un alza en los encajes disminuye las tasas de interés pasivas (iz
d < 0),
el BC optará por aumentar los encajes ante un choque positivo de oferta de
crédito y al mismo tiempo hará un ajuste al alza de la tasa de interés de polí-
tica. Intuitivamente lo que sucede es que para compensar el choque crediti-
19 Para que
di
de<0
si
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d>0
, se requiere que
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z
d
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Hernando Vargas y Pamela Cardozo 251
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cio, el BC debe aumentar la tasa de interés de política en tal magnitud, que
esto genera una brecha de producto negativa y una inflación por debajo de la
meta. Por tanto, el ajuste de la tasa de interés no puede ser tan grande como
para llevar el exceso crediticio a cero. Así, el trade-off entre entre x, p y c
implica x < 0, p < 0 y c > 0, cuando se utiliza solo la tasa de interés. En esta
situación el aumento en los encajes eleva la tasa activa, lo que contiene las
presiones de endeudamiento, pero reduce aún más la brecha de producto y la
inflación. No obstante, este último efecto es compensado por la caída de la
tasa de interés pasiva resultante del aumento de los encajes.
Cuando un aumento de los encajes eleva la tasa de interés pasiva (iz
d > 0), sus
beneficios serán menores porque sus efectos sobre las tasas de interés activas
y pasivas van en la misma dirección que los de la tasa de interés de política.
En concreto, la respuesta de los encajes ante el choque de oferta considerado
depende de la diferencia entre la proporción de los efectos de la tasa de inte-
rés de política y el encaje sobre la tasa de interés activa y la proporción de los
efectos de estas dos variables sobre la tasa de interés pasiva. Si iz
d > 0 e ii
l / iz
l
< ii
d /iz
d, la respuesta óptima del BC ante el choque de oferta de crédito invo-
lucra un aumento en los encajes y al mismo tiempo un incremento de la tasa
de interés de política. En este caso, los encajes son relativamente atractivos en
relación con la tasa de interés para enfrentar el choque de crédito, porque impac-
tan más fuertemente la tasa de interés activa y, por ende, el endeudamiento.
Esto induce al BC a emplear los encajes como una herramienta sustituta de
la tasa de interés. No obstante, la sustitución no es completa debido al costo
de las distorsiones que los encajes introducen.
En contraste, si ii
l / iz
l > ii
d /iz
d, la respuesta óptima ante el choque es disminuir
los encajes y aumentar la tasa de interés de política. Esta última, en esta situa-
ción, es un instrumento potente para reducir el exceso crediticio en relación
con los encajes. Por esa razón, el BC trata de corregir dicho exceso con la tasa
de interés y alivia los efectos indeseados sobre la brecha del producto y la
inflación mediante la disminución de los encajes.
En síntesis, otro caso en el que los movimientos en los encajes pueden tener
una función en la política monetaria óptima es aquel en el cual el BC tiene
cuatro objetivos (p, x, z, c) y dos canales de transmisión (x, c; véase figura 3).
Cuando el uso exclusivo de la tasa de interés para ajustar la brecha de producto
y la inflación ante un choque genera niveles indeseados de endeudamiento,
El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima
252
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los encajes pueden mejorar los trade-offs del BC. Otro tanto sucede cuando los
encajes son relativamente potentes para corregir excesos crediticios.
Figura 3. Cuatro objetivos y dos canales de transmisión
π
iz
X
C
Fuente: elaboración propia.
IV. Una aplicación: Colombia
Los resultados anteriores indican que la pertinencia, magnitud y sentido de los
movimientos de los encajes como parte de las respuestas de política moneta-
ria óptima dependen de la existencia de diversos canales de transmisión, de
los objetivos del BC, de los parámetros de la economía y de la clase de cho-
ques que la afectan20. En general, los encajes resultan más útiles cuando tie-
nen efectos distintos sobre las tasas de interés activas y pasivas. En este caso,
se diferencian de la tasa de interés de política y, por tanto, su contribución al
ajuste macroeconómico ante choques es mayor.
Para Colombia, en particular, la evidencia disponible (Vargas et al., 2010) indica
una relación positiva de largo plazo entre los encajes y las tasas de CDT de
plazo mayor a un año, y ninguna relación estadísticamente significativa con
las tasas de interés de otros depósitos. Al mismo tiempo, los encajes guardan
una relación positiva con algunas tasas de interés activas. Por ende, el caso en
20 Estos resultados van en la misma dirección que las conclusiones del trabajo de Glocker y Towbin
(2012a), según el cual los encajes cumplen un rol macroprudencial valioso en presencia de fricciones
financieras y de un objetivo explícito de estabilidad financiera del BC.
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 253
D E S A R R O . S O C . NO. 72, B O G O T Á , S E G U N D O SE M E S T R E D E 2013, P P . 225-257, I S S N 0120-3584
el cual los encajes son más útiles como medida de política óptima no parece
presentarse en Colombia.
En presencia de un canal de transmisión de tasa de cambio, los hallazgos de
la sección II, apartado B, sugieren que los encajes son más relevantes cuanto
mayor sea el pass-through de la tasa de cambio a los precios y cuando la
moneda se deprecia ante un aumento de los encajes. En Colombia, el pass-
through (B) es bajo y se ha reducido en la última década (Vargas, 2011). Ade-
más, los flujos de capital de la balanza de pagos que responden a las tasas de
interés internas son entradas netas por endeudamiento externo (que dependen
de las tasas de interés activas) e inversión de portafolio, que típicamente se
invierte en deuda pública interna y acciones más que en depósitos bancarios
(gráfico 1). De este modo, es probable que la respuesta de la tasa de cambio
a un aumento en los encajes sea nula (sz  0) o incluso negativa (sz < 0). Por
tanto, a menos que la valoración de las distorsiones introducidas por los enca-
jes sea baja (r bajo), el ajuste óptimo de estos ante un choque macroeconó-
mico debería ser muy leve.
Gráfico 1. Saldo inversión extranjera de portafolio
Ene-11
Feb-11
Mar-11
Abr-11
May-11
Jun-11
Jul-11
Ago-11
Sep-11
Oct-11
Nov-11
Dic-11
Ene-12
Feb-12
Mar-12
Abr-12
May-12
1.000
2.000
3.000
4.000
5.000
6.000
7.000
8.000
10.000
9.000
Millones de dólares
Renta fija Renta variable Liquidez
0
Fuente: Banco de la República.
El uso de encajes en un marco de política monetaria óptima
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Cuando el BC tiene un objetivo de endeudamiento de los agentes, los resulta-
dos de la sección anterior señalan que los encajes son más relevantes cuando
un aumento de estos reduce la tasa de interés pasiva. Como se ha mencionado,
este no parece ser el caso en Colombia. No obstante, de las condiciones de pri-
mer orden del problema del BC puede concluirse que, cuando hay un exceso
crediticio (c> 0) y los aumentos en los encajes no reducen las tasas de interés
pasivas (iz
d> 0), los encajes óptimos serán mayores cuanto más débil sea la
transmisión de la tasa de interés de política a las tasas de interés activas21. En
este contexto, el uso de los encajes se justificaría ocasionalmente cuando los
choques a la oferta de crédito son muy grandes o la transmisión de la tasa de
interés de política a las tasas de interés activas se debilita. Lo anterior ayuda
a explicar el alza de los encajes en 2007, ya que la economía experimentó un
fuerte choque de oferta de crédito y el alza en la tasa de interés de política
monetaria no se transmitía a las tasas activas.
Otra explicación de la baja frecuencia del uso de los encajes en Colombia
tiene que ver con la incertidumbre de sus efectos macroeconómicos en rela-
ción con los de la tasa de interés de política. Cuando los efectos de los enca-
jes son más inciertos que los de la tasa de interés, su uso se debería limitar a
reacciones ante choques grandes, en los cuales el principio de Brainard22 es
menos restrictivo.
V. Conclusiones
Es difícil generalizar una receta sobre el uso de los encajes en un régimen
de inflación objetivo frente a una perspectiva de política monetaria óptima.
Los encajes son impuestos distorsionantes cuya volatilidad es costosa para la
economía. Por eso no es deseable, en principio, moverlos con frecuencia o en
magnitudes importantes. Teóricamente, la consideración de diversos canales
de transmisión de la política monetaria o de objetivos adicionales, como la
21 A partir de la ecuación (36) se infiere que
g
r
z
i
cc xi
xi xi
xi xi
z
l
lidi
d
idi
d
ili
lidz
d
ilz
l
=+
()
+
()
<
20
en las circunstancias
descritas. Por tanto, una caída de ii
l se asocia con un mayor nivel de los encajes óptimos.
22 Bajo incertidumbre sobre los parámetros de la macroeconomía, las acciones de política deben ser
graduales.
Hernando Vargas y Pamela Cardozo 255
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estabilidad financiera, justificaría el uso de los encajes, en especial cuando
sus efectos difieren de forma significativa de los de la tasa de interés de polí-
tica. Sin embargo, la conveniencia de su uso, la dirección y la magnitud de
sus movimientos dependen de los parámetros de la economía y de los choques
que esta sufra. En algunos casos, los encajes operan como complementos de
la tasa de interés de política y, en otros, como sustitutos.
Ante la dificultad de generalizar las prescripciones sobre el uso de los encajes
en el marco de la política monetaria óptima, cada BC debe asumir la tarea de
determinar la pertinencia y la forma de utilizarlos. Por ejemplo, en Colombia,
el BC en 2007 subió los encajes y la tasa de interés de política ante la evi-
dencia de un fuerte choque de oferta de créditos, el debilitamiento del canal
de transmisión de la tasa de política a las tasas activas y una preocupación
explícita por la estabilidad financiera. En Turquía, en 2010, el BC bajó la tasa
de política monetaria y subió los encajes en un contexto de grandes entra-
das de capital de corto plazo, revaluación, fuerte crecimiento del crédito y
aumento de descalces de plazos en el sistema financiero, con muy bajo riesgo
de inflación y una preocupación explícita por la estabilidad financiera (Binici
y Yörükoglu, 2011).
Los resultados de este trabajo se derivan de un modelo simple de política
monetaria óptima en un régimen de inflación objetivo. El modelo es estático
(de un solo período) y no está microfundamentado. Esto impide considerar
preguntas relevantes en el diseño de la política macroprudencial, en general,
y de encajes, en particular, como por ejemplo, el uso de reglas frente a la dis-
creción en la determinación de las medidas macroprudenciales y los efectos
de estas últimas en las expectativas de los agentes económicos. Estos aspectos
pueden servir como guía de investigaciones futuras en el tema.
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