¿Qué va a suceder con la reparación de las víctimas en los procesos de Justicia y Paz? - Despojo de tierras campesinas y vulneración de los territorios ancestrales - Libros y Revistas - VLEX 840317202

¿Qué va a suceder con la reparación de las víctimas en los procesos de Justicia y Paz?

AutorAlejandra Vega
Páginas13-128
Sección A. ¿Qué va a suceder con la reparación de las víctimas en los procesos de justicia y Paz?
I. Consideraciones generales sobre la cuestión del despojo
y restitucion de tierras
La cuestión del despojo de tierras cometido por grupos paramilitares y
otros actores armados, económicos y políticos y su restitución a la población
campesina es un tema crucial de la realidad colombiana.
El conflicto por la tierra ha sido un elemento estructural de la historia del
país y el despojo de campesinos pobres ha sido una constante persistente. El
ciclo violencia, desplazamiento forzado de la población y despojo de tierras
ha ritmado por décadas la vida de las poblaciones campesinas en Colombia.
No obstante, en el marco del desarrollo del conflicto armado colombiano, el
despojo y usurpación de tierras ha sido uno de los objetivos estratégicos de
varios de los actores – no solo armados sino también económicos y políticos –
de la tragedia colombiana. Gran parte de la violencia que ha afectado a miles
de campesinos en diferentes partes del país durante las tres últimas décadas se
debe al interés de los grupos paramilitares por apropiarse ilegalmente de las
tierras con fines económicos, militares y políticos. El desplazamiento de
población, se convirtió así en parte – aunque no única - de la estrategia
paramilitar de despojo y usurpación de tierras. La acumulación de tierras por
parte de paramilitares y actores económicos legales – como empresas
agropecuarias, agroindustriales y extractivas, tanto nacionales como
internacionales – e ilegales – como los narcotraficantes- es un hecho que
subyace el conflicto colombiano. Estos procesos de acumulación de tierras,
expansión del latifundio – tanto tradicional como capitalista - están íntimamente
relacionados con el fenómeno del desplazamiento forzado. Este crimen afecta
a una población que se estima en 4’360.000 personas, lo cual coloca a Colombia
como el segundo país con mayor número de personas desplazadas en el mundo1.
Cabe señalar que la situación de violencia, despojo y desplazamiento no
es uniforme en todo el territorio colombiano. Se ha podido constatar que en
las regiones donde existe un mayor registro de personas desplazadas, existen
también los más altos índices de violencia sociopolítica y de conflictos por la
tierra2: “[d]onde más coincide la violencia política con la violencia relacionada
con la tenencia de la tierra (Costa Atlántica, el Chocó y el Urabá Antioqueño),
1Internal Displacement Monitoring Centre, Internal Displacement Global Overview of Trends and
Developments in 2008, April 2009, page 13.
2Ver, al respecto, Comisión Colombiana de Juristas, Revertir el destierro forzado: protección y
restitución de los territorios usurpados. Obstáculos y desafíos para garantizar el derecho al patrimonio
de la población desplazada en Colombia, Bogotá, diciembre de 2006.
14 Despojo de tierras campesinas y vulneración de los territorios ancestrales
el desplazamiento forzado es significativamente mayor que en las regiones
donde, a pesar del nivel de violencia política, son menores las incidencias del
conflicto por la tierra (Nor-Oriente, Región Andina Central, Sur-Occidente)”3.
La relación entre el desplazamiento forzado y el despojo de tierras ha
sido constatada por organismos como la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, quien en 1999 aseguró que, “existe una estrecha relación entre
injusticia social, particularmente el despojo de tierras, y el desplazamiento
interno, cuyas causas primarias son anteriores al actual conflicto armado”4.
Por su parte, Representante Especial del Secretario General de las Naciones
Unidas para los derechos humanos de las personas internamente desplazadas,
luego de una misión realizada en Colombia en el año 2006, señalaba que: “[...]
algunas de las causas subyacentes de los desplazamientos y de muchos de los
obstáculos para encontrar soluciones duraderas guardan relación con cuestiones
relativas a la propiedad de la tierra y a títulos de propiedad que no han sido
solucionadas adecuadamente durante décadas. Los desplazados tienen la
impresión generalizada de que no hay voluntad de devolverles la tierra y demás
bienes y, en algunas regiones del país, sospechan que aunque la causa original
de los desplazamientos podía haber sido el conflicto armado, la apropiación
de las tierras por parte de grandes empresas era, cuando menos, un efecto
colateral, si no parte de una política de desplazamiento forzado. Se denunció
ante el Representante la ocupación ilegal de tierras, bien mediante la
transferencia de títulos bajo coacción por una compensación financiera mínima
o mediante su falsificación. Asimismo, se denunciaron muchos casos de
adquisición de tierras indígenas y propiedades colectivas afrocolombianas en
violación del artículo 60 de la Constitución de Colombia y la Ley Nº 705.
No obstante reducir la cuestión del despojo de tierras a la mera ambición
de un grupo de forajidos, llamados paramilitares, sería no sólo ingenuo sino
que desconocería la realidad del despojo. En estos procesos han intervenido
otros actores económicos – tanto legales como ilegales- y políticos. El despojo
de tierras por grupos paramilitares ha resultado funcional para la expansión y
acumulación de tierras por parte de actores económicos. Como revelado en
investigaciones judiciales relativas a varios casos, ello no ha sido fruto de
3Análisis de Alejandro Reyes, citado en Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Tercer informe
sobre la situación de derechos humanos en Colombia, doc. OEA/Ser.L/V/II.102, doc. 9 rev.1, 26 de
febrero 1999, pág. 219.
4Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Tercer Informe sobre la situación de derechos
humanos en Colombia, OEA/Ser.L/V/II.102,DOC.9REV.1, 1999, párr. 22.
5Informe presentado por el Representante del Secretario General sobre los derechos humanos de los
desplazados internos, Sr. Walter Kälin, Adición Misión a Colombia, documento de las Naciones Unidas
A/HRC/4/38/Add.3 24 de enero de 2007, párr. 53.
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Sección A. ¿Qué va a suceder con la reparación de las víctimas en los procesos de justicia y Paz?
meras coincidencia y explica alianzas entre grupos paramilitares y actores
económicos. Al respecto resultan ilustrativas las conclusiones del Representante
Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para los derechos
humanos de las personas internamente desplazadas: “[l]os intereses económicos
en que se fundamenta la violencia y el conflicto también son factores que
inducen al desplazamiento. Como parte de un proceso denominado
«contrarreforma agraria» (como resultado de la cual el 3% aproximadamente
de los terratenientes controlaban, cuando el Representante realizó su primera
misión en 1994, más del 70% de la tierra cultivable del país), los intereses
económicos en que se fundamenta la violencia y el conflicto armado interno
son factores que inducen el desplazamiento forzado, el cual constituye con
frecuencia un medio para adquirir tierras en beneficio de los grandes
terratenientes, narcotraficantes y empresas privadas que desarrollan proyectos
en gran escala para la explotación de los recursos naturales”6.
No existe certeza acerca del volumen del despojo por parte de grupos
paramilitares durante las últimas tres décadas. En efecto, los estimativos acerca
del volumen total de las tierras objeto del despojo por la acción de los grupos
paramilitares varía. Así, por ejemplo, la Comisión de Seguimiento a la Política
Pública sobre Desplazamiento Forzado señaló que, entre 1998 y 2008, “[]s]egún
la II ENV-2008 el total de hectáreas despojadas o forzadas a dejar en el
abandono sería del orden de 5.5 millones (10.8%) de la superficie agropecuaria
del país en los últimos 11 años”7. Según la Procuraduría General de la Nación,
se estimaba en 2010 en más de 6,6 millones de hectáreas la superficie
abandonada forzadamente o despojada8. Paradójicamente, y con base a
información de Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación
Internacional (Acción Social), la misma Procuraduría General de la Nación
consideraba que las tierras objeto de despojo entre 1996 y 2006 ascendían más
de 6 millones de hectáreas9. En 2003, el proyecto de protección de tierras y
patrimonio de la población desplazada de Acción Social estimaba en 6,8
6Naciones Unidas, Comisión de Derechos Humanos, 56º período de sesiones, Informe del Representante
Especial del Secretario General sobre la cuestión de los desplazados internos. Misión de seguimiento
enviada a Colombia, E/CN.4/2000/83/Add.1, enero 11 de 2000, párr. 23.
7Citado en Área de Memoria Histórica, Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Línea de
Investigación Tierra y Conflicto, El Despojo de Tierras y Territorios. Aproximación Conceptual,
Editorial Kimpres Ltda, Bogotá, Bogotá D.C., julio de 2009, pág. 23.
8Procuraduría General de la Nación, “Víctimas del despojo, iniciativas para saldar la deuda, Seminario
Internacional en Bogotá el 24 y 25 de noviembre”, 23 de noviembre de 2010, disponible en: http://
www.procuraduria.gov.co/html/noticias_2010/noticias_831.htm
9Informe presentado por el Representante del Secretario General sobre los derechos humanos de los
desplazados internos, Sr. Walter Kälin, Adición Misión a Colombia, documento de las Naciones Unidas
A/HRC/4/38/Add.3 24 de enero de 2007, párr. 53.

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