El ARN de la Transmutación (?Procuradores' y 5 ?sentidos' de la competitividad) - Segunda parte. Resultados - Transmutación competitiva. Cómo determinar y mejorar su competitividad - Libros y Revistas - VLEX 370604930

El ARN de la Transmutación (?Procuradores' y 5 ?sentidos' de la competitividad)

AutorRodrigo Villamizar Alvargonzález
Páginas310-339
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1. Introducción
2. Los ‘Procuradores’ de la competitividad
Estrategia competitiva
Ventaja dinámica y liderazgo
Ethos y opacidad
Preparación y confianza (Trust)
Riesgo (Risk)
3. Los 5 ‘Sentidos’ de la competitividad
Es horrorizantemente obvio que la tecnología
ha superado nuestra humanidad.
Albert Einstein
Sólo cuando se estropean las máquinas
nos recuerdan que tan poderosas son.
Clive James
Libro Rodrigo 26.10.11_Maquetación 1 30/10/11 16:56 Página 310
El ARN de la transmutación competitiva
1. Introducción
Hasta aquí nos hemos referido al ADN de la transmutación. Pero este capítulo está dedicado a su co-
laborador ‘en la sombra’, el ARN. Repitámoslo una vez más, en forma sucinta y hasta donde sea po-
sible, clara. Aunque los especialistas adjudican los progresos de la evolución a la interacción entre ADN
y cultura (o medio ambiente), los modelos teóricos de los biólogos apuntan además y complementa-
riamente a ‘otros’ factores genéticos. Es decir, en la evolución han participado tanto el AND como ese
otro factor que se denomina ARN. El ADN es la abreviatura del ácido desoxirribonucleico que constituye
el material genético de los organismos y es el componente químico primario de los cromosomas y el
material del que los genes están formados. En realidad se puede considerar al ADN como un almacén
de información o mensajes que se trasmiten de generación en generación, conteniendo todos los datos
necesarios para construir y sostener el organismo en el que reside. El ADN puede dividirse conceptual-
mente en dos, el que codifica las proteínas y el que no las codifica. En el proceso de elabor ar o codificar
una proteína, el ADN se ‘lee’ y se transcribe a ARN. Este ARN sirve como mensajero entre el ADN y la
‘maquinaria’ que elaborará las proteínas y por eso recibe el nombre de ARN mensajero. El ARN men-
sajero complementa instruyendo a la maquinaria que elabora las proteínas para que realice su labor
(ensamble de los aminoácidos) en el orden y secuencia más adecuados.
En realidad el ADN se puede considerar como un banco de datos que se transmite de genera-
ción en generación, conteniendo toda la información necesaria para ayudar a desarrollar y sostener
el organismo en el que reside. Los ‘obreros’ de esta fábrica son las proteínas. Y el dogma central de la
genética establece que el flujo de actividad es: ADN, ARN, proteína. El ADN fue identificado inicial-
mente en 1868 por Friedrich Miescher, biólogo suizo, en los núcleos de las células de la materia de las
heridas. Los componentes del ADN (polímero) son los nucleótidos (monómeros). Existen cuatro bases
en el ADN denominadas adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T). Su estructura en forma
de doble hélice fue descubierta en 1953 por James Watson y Francis Crick.
Si reemplazamos el término ADN por ‘transmutación’; las cuatro bases denominadas adenina
(A), guanina (G), citosina (C) y timina (T) por ‘tres componentes denominados infraestructura (I),
Capítulo VIII
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Libro Rodrigo 26.10.11_Maquetación 1 30/10/11 16:56 Página 311

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