Claude Lefort y el redescubrimiento de lo político - Acción, ética, política. Nuevos parámetros de reflexión en ciencias sociales - Libros y Revistas - VLEX 857250386

Claude Lefort y el redescubrimiento de lo político

AutorAlberto Valencia Gutiérrez
Cargo del AutorProfesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad del Valle (Cali, Colombia)
Páginas181-212
181
CLAUDE LEFORT Y EL REDESCUBRIMIENTO
DE LO POLÍTICO
la vida
Claude Lefort es un filósofo francés contemporáneo nacido en
1924 y muerto en octubre de 2010, cuya principal preocupación
intelectual fue, desde el comienzo de su carrera en los años cua-
renta, el desciframiento de la singularidad de nuestro tiempo a
través del redescubrimiento de lo político. Siendo un joven de 25
años hizo parte, con Cornelius Castoriadis y otros filósofos me-
nos conocidos en nuestro medio, del grupo que fundó la revista
Socialisme et barbarie en 1949, en la cual se publicaron artículos
de crítica al régimen soviético, que si bien no recibieron la aco-
gida merecida en el momento de su aparición, tuvieron un gran
eco en los años sesenta y setenta cuando la crítica del “socialismo
realmente existente” llegó a estar a la orden del día gracias, en
parte, a la publicación de Archipiélago Gulag de Aleksandr Sol-
zhenitsyn en Francia en 1973. Su vinculación a la revista termina
en 1958 aunque la publicación se mantiene durante algunos años.
De aquella época hay que recordar, igualmente, una mili-
tancia política que lo compromete durante diez años y lo lleva a
hacer parte del grupo fundador del Partido Comunista Interna-
182
cionalista, sección francesa de la IV Internacional. La militancia
política marca de manera decisiva su desarrollo intelectual. El
trotskismo, a diferencia de otras vertientes de la época, era una
corriente menos dogmática, debido tal vez al hecho de no haber
sido nunca una alternativa real de poder. Trotski, su padre in-
telectual y político, era un desterrado que carecía de un arraigo
nacional como sí lo tenían Lenin, Stalin, Mao o tantos otros. El
trotskismo se oponía a lo que ocurría en ese momento en la Unión
Soviética bajo la idea de que la burocracia se había superpuesto
a una infraestructura socialista y, por consiguiente, solo bastaba
con removerla de su posición dominante para que el verdadero
sentido subyacente del socialismo se desarrollara sin trabas. El
pensamiento de Lefort se mantuvo algún tiempo encerrado en
estos parámetros y por ello la ruptura con la militancia trotskista
es fundamental en su desarrollo.
La interpretación de lo que sucedía en la URSS requería ape-
lar a otras formas de pensamiento. La apropiación del poder por
un grupo dominante, la lógica del terror y las limitaciones de las
libertades políticas no se podían interpretar como una conse-
cuencia directa de contradicciones económicas o en el marco del
esquema marxista del poder político. El totalitarismo soviético
no era una simple “afección pasajera” de un régimen socialista,
sino el signo de una nueva manera de descifrar lo político, la ex-
presión de un nuevo modelo de poder y de dominación inédito
en la cultura occidental y, más aún, un nuevo tipo de sociedad.
La interpretación de lo sucedido en la “patria del socialismo”
era, entonces, el punto de partida para diseñar y explorar una
nueva forma de entender lo político, no como una instancia de
la estructura social entre otras, sino como el espacio constitutivo
de las relaciones sociales y el poder. Nace así el problema que
será la clave del desarrollo de su pensamiento.
La militancia trotskista le deja como herencia un compromiso
con el pensamiento de Marx, del cual se aleja para desarrollar
temas y problemas que no estaban considerados en ese marco,
como es el caso del problema de lo político y su significado en
183
las sociedades modernas. No obstante, el filósofo alemán será
siempre un trasfondo fundamental sobre el cual se va a construir
críticamente su pensamiento y por el cual siente un gran respeto
como pensador. Marx había introducido la idea del conflicto, así
fuera circunscribiéndolo a la esfera económica y social, y Lefort
recoge esta idea para darle un significado más amplio. La crítica
de Marx, en el marco de un reconocimiento de su obra y de sus
calidades intelectuales, define en buena medida el campo alre-
dedor del cual se desarrolla su trabajo.
Al lado de la militancia política hay que recordar, entre las
experiencias formadoras de su posición filosófica, los años que
pasa bajo la tutela de Maurice Merleau-Ponty durante los cuales
conoce cuál es el significado de la filosofía y aprende cuáles son
las exigencias del pensamiento cuando se desarrolla por fuera
de las imposiciones dogmáticas de un partido o de una línea
política determinada de antemano. La posibilidad de romper
con el dogmatismo imperante en el mundo marxista, incluso en
el propio trotskismo, no debe poco al aprendizaje riguroso de
las exigencias de la filosofía llevado a cabo bajo la guía de este
pensador francés.
Merleau-Ponty, que nace en 1908 y muere en 1961, es uno
de los principales exponentes de la fenomenología francesa, de
inspiración husserliana. Autor de La fenomenología de la per-
cepción1 (su obra capital entre otras igualmente importantes),
propone un tipo de filosofía que rompe con el dualismo entre
el ser y el aparecer, renuncia a reducir una realidad fenoménica
a otra realidad escondida y supuestamente esencial (como en
el “modelo estructuralista” de los años sesenta) y reivindica el
valor y el significado del hombre “efectivo, real, concreto”. El
marxismo y los problemas políticos del momento son uno de
los referentes fundamentales del pensamiento del filósofo, tal
1 La primera edición de Phénoménologie de la perception apareció en 1945 en
Éditions Gallimard. La primera edición en español de Ediciones Península es
de 1975.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR