Conclusiones
| Autor | Carlos Castro Cuenca |
| Páginas | 339-340 |
339
Conclusiones
La corrupción tiene tres elementos: uno interno constituido, por la desviación de
intereses, uno adjetivo o externo, conformado por el abuso del cargo o empleo,
y uno material, compuesto por la intención de obtener un benecio extraposi-
cional. En virtud de lo anterior, puede denirse como la desviación del interés
público, que se desarrolla a través del abuso del cargo, con el n de obtener un
benecio extraposicional en la administración pública o en la empresa privada.
Considerada en su conjunto, la corrupción es un abominable acto repro-
chado por toda la sociedad. Sin embargo, si aislamos sus tres elementos, es
decir, la búsqueda de poder, la obtención de un benecio y el predominio del
interés individual, podemos concluir que corresponden a tres actitudes básicas
de todos los individuos (la necesidad de poder, la búsqueda de un benecio
económico y el interés en sí mismo), por lo cual se debe combatir a través de
mecanismos realistas que eliminen cualquier benecio derivado de su comisión
y no simplemente a partir de campañas hipócritas que nieguen su existencia.
La corrupción nace en la sociedad a través de prácticas indebidas pero
toleradas desde la propia familia y luego difundidas a través de diversos méto-
dos de reforzamiento cognitivo como la educación, el trabajo y las relaciones
interpersonales. De esta manera, al contrario de lo que se sostuvo durante
años, la corrupción pública no antecede a la privada, sino que, por el contrario,
muchas costumbres antiéticas de la sociedad fueron paulatinamente trasplan-
tadas a la administración pública.
No existen fórmulas mágicas para terminar la corrupción. Es un mal que
difícilmente podrá erradicarse, pues se asienta en las raíces más profundas de
la sociedad. Sin embargo, existen modelos para neutralizarla que en todo caso
deben partir de una voluntad política seria y no simplemente de una hipócrita
cortina de humo tras de la cual se escondan intereses ocultos. En este sentido,
muchas cosas pueden salir mal: la falta de voluntad política, la interferencia
de actores políticos, el temor por las consecuencias, las expectativas por los
benecios, las metas irrealistas, la selectividad de las investigaciones o la falta
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