Conclusiones
| Autor | María José Álvarez Rivadulla |
| Páginas | 141-148 |
Conclusiones
U nuevo siglo sumergido en su peor crisis socioeconó-
mica. El período recesivo comenzó en , y se condensó en la crisis bancaria
del , que añadió una nueva capa a las tendencias de larga duración en tér-
minos de desindustrial ización y precarización del empleo. Luego de la “década
perdida de los ochenta”, durante los noventa el país creció, pero también creció
la desigualdad y, en su segunda mitad, la pobreza . El nuevo período recesivo fue
aún más perjudicial. La pobreza y el de sempleo aumentaron a niveles sin prece-
dentes, y los ingresos por hogares se desplomaron considerablemente (Amarante
y Arim, ). El hambre y la miseria inundaron a Montevideo. Sin embargo,
no hubo una ola de invasiones de tierras durante o después de la crisis. Aunque
algunas ocupaciones ir regulares recibieron nuevas familias en los peores años
de la crisis (-), densicándose y precarizándose, la invasión de tierras
no fue una estrategia masiva u sada por los afectados por la crisis colectiva, al
menos no en la ciudad. Esto contrasta muchísimo con las dos décadas a nterio-
res cuando, en medio de la combinación del proceso de democratización y las
políticas neoliberales, Montevideo fue el es cenario de una revolución silenciosa
y duradera: un crecimiento enorme de la ciudad informal y dos olas de mov ili-
zaciones de ocupantes irregula res, como lo documenta este libro.
Si bien las necesidades de vivienda y trabajo están detrás de las ocupa-
ciones, puesto que nadie ocupa sin tener problemas de ese tipo, ellas solas
no explican los momentos particulares en los que se forman nuevos bar rios.
La pobreza alcanzó al , de los hogares uruguayos, duplicando los porcentajes de la
década de los noventa (Arim y Vigorito, ).
Según la evidencia anecdótica, las ocupaciones irregulares crecieron en el área metropolitana
durante los años de la crisis (por ejemplo, a lo largo de la parte norte de la Costa de Oro). También
es importante mencionar que se dieron otras formas de movilización en los asentamientos
irregulares existentes, como la organización de comedores comunitarios (Falero, ).
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