Conflicto, sectores, regiones y crecimiento
| Autor | Laura Beatriz Gómez - Hernando Zuleta |
| Páginas | 59-77 |
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Conflicto, sectores,
regiones y crecimiento*
Laura Beatriz Gómez
Hernando Zuleta
Introducción
A partir de la década de los noventa, diversas instituciones estatales y
académicas han centrado su atención en estimar los costos que el conflicto
ha impuesto a ciertos sectores productivos de la economía y han tratado
de calcular los réditos económicos que traería la paz al país. Los costos
del conflicto se pueden dividir en dos: (1) costos directos, como daños a
la infraestructura física, gasto militar, pago de extorsiones y secuestros,
entre otros; (2) costos indirectos, como cambios en decisiones de inversión
y educación, asignación ineficiente de factores y destrucción de capital
humano. Por otra parte, se entiende por réditos económicos de la paz
al aumento en el nivel de ingreso que se produce al pasar de un estado
de conflicto interno a un estado de paz. Por supuesto, los dos conceptos
están estrechamente relacionados, en primer lugar, porque con el fin del
* Los autores agradecen a Manuela Suárez por su excelente labor de asistente de inves-
tigación.
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ECONOMÍA Y SEGURIDAD EN EL POSCONFLICTO
conflicto se reducen costos directos como la destrucción de capital público
y privado, de manera que es posible un incremento en la acumulación de
capital y en el ingreso. En segundo lugar, porque la asignación de factores
es más eficiente en condiciones de paz, por tanto, la productividad y el
ingreso son también mayores.
Numerosos estudios han señalado los costos económicos del conflic-
to armado y otros tantos han hecho proyecciones sobre el impacto que
tendría un acuerdo de paz sobre la tasa de crecimiento de la economía
colombiana1.
Algunos autores sugieren que la paz puede aumentar la tasa de cre-
cimiento de la economía entre dos y cuatro puntos porcentuales al año2.
Así, partiendo de un crecimiento del 3 % anual, lograr la paz llevaría a
tasas del 5 % a 7 %. Es decir, si estas predicciones son correctas, la paz
convertirá a Colombia en un milagro económico.
Sin embargo, estas proyecciones surgen, en general, de modelos de
un solo sector y este hecho puede sesgar las predicciones de manera no
despreciable por varias razones. En primer lugar, es bien sabido que la
estructura de las economías va cambiando a medida que estas crecen. En
particular, el crecimiento está asociado con caídas en la participación de
los sectores agrícola y ganadero, así como aumentos en la participación
del sector servicios3. Del mismo modo, las actividades agrícolas y gana-
deras se desarrollan fundamentalmente en zonas rurales, mientras que
el sector servicios tiene la mayor parte de su actividad en zonas urbanas.
Así, conforme crecen las economías, hay una recomposición sectorial y
una recomposición geográfica del producto.
Esta recomposición del ingreso es fundamental para entender los
efectos económicos del conflicto, puesto que la distribución geográfica
de las acciones realizadas por los grupos violentos dista de ser unifor-
me. La presencia de los grupos armados al margen de la ley es mayor
1 Aunque existe una línea de pensamiento, basada en la hipótesis de Benoit (1973), que
argumenta que la guerra afecta de manera positiva el crecimiento económico, puesto
que el gasto militar puede verse como política fiscal expansionista, la mayoría de los
trabajos sobre la relación entre conflicto y crecimiento en Colombia se aparta radical-
mente de esta idea.
2 Véanse Montenegro y Posada (1995); Cárdenas y Pontón (1995); Rubio (1997); Trujillo
y Badel (1997); Rocha y Vivas (1998); Meisel y Galvis (2000); Villa, Restrepo y Moscoso
(2014), entre otros.
3 Véanse Kuznets (1973); Chenery (1975); Kravis, Heston y Summers (1984); Buera y
Kaboski (2012), entre otros.
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