Acto conmemorativo de los cien años de la muerte del Presidente Carlos Holguín
| Autor | Tomás Holguín Mora y Paula Torres Holguín |
| Páginas | 292-305 |
Page 292
Carlos Holguín Mallarino1 nació en Novita, Chocó, el 11 de julio de 1832. Visitaban entonces el Chocó varias familias del antiguo Cauca que comprendía desde Nariño hasta el Chocó, pues tenían haciendas y minas de oro, y, por esta razón, nacieron en esa sección varios de los Mallarino, Arboleda, Mosquera, Hurtado, Scarpetta, Borrero, Isaacs, etc.
La abuela de don Carlos, doña Juana María Scarpetta Ibargüen, se había casado con el señor José María Mallarino, nacido en Florencia y llegado al virreinato como secretario del virrey Amar y Borbón. Hijos de Mallarino y de doña Juana fueron el futuro Presidente Manuel María Mallarino, María Josefa, a quien llamaron Pepa, y Francisco Antonio. Doña Pepa, mujer de gran cultura y recio carácter, fue la madre de los Holguín Mallarino.
Tuvo don Carlos una esmerada educación, influida por el caballero inglés mister Paterson Saunders, segundo marido de su abuela, el cual le dio perfecto conocimiento del inglés, afición a los deportes y al fair play, así como cualidades de carácter y disciplina. Se educó en el Colegio de Santa Librada de Cali y en el San Bartolomé, de los padres jesuitas, en Bogotá. Allí adquirió las bases de su granPage 293 cultura humanística, pues conocía el griego y el latín, las literaturas clásicas y dominaba el inglés, el francés y el italiano. Tenía memoria prodigiosa, además de un carácter firme pero abierto y comprensivo. Fue gran amigo y contertulio de sus adversarios políticos, como Murillo Toro, Francisco Eustaquio Álvarez El Nacho, Salvador Camacho Roldán, el general Santos Gutiérrez El Tuso, etc., y de algunos de ellos compañero de juego de tresillo. Lo fue aún incluso del general Mosquera, que le decía Carlitos, y con quien tuvo épocas de sucesivos enfrentamientos y colaboración.
De su inmensa cultura habló Marco Fidel Suárez y, en reciente ocasión, en la Academia de la Lengua, Nicolás del Castillo Mathieu, quienes rememoraron el aprecio que le profesaron los intelectuales españoles durante su misión en Madrid.
Gran parte de los comentarios que hago en esta oportunidad están tomados del libro sobre Carlos Holguín Una vida al servicio de la república, de su hijo Álvaro Holguín y Caro.
Deseo destacar un aspecto que poco se ha tratado de la formación de Carlos Holguín: sus estudios jurídicos y su práctica docente. A diferencia de Cuervo, de Caro y de Suárez, autodidactas y hombres doctos pero no doctores, Carlos Holguín sí fue doctor en derecho. Sin embargo, en esas épocas se usaba el don como tratamiento de distinción. Según algunos significaba de origen noble, pero parece que esta expresión venía del dominus, señor. El tribunal del Cauca le confirió el título de abogado. Fue fiscal de ese tribunal. El Congreso de 1859 lo eligió magistrado de la Suprema Corte de Justicia y, luego, durante casi toda su carrera, hasta su viaje a Europa en 1880, alternó la política con la práctica de la profesión de abogado y de litigante. Fue igualmente, profesor de ciencias políticas, de internacional y de economía. El señor Suárez comenta "la sólida instrucción con que solía tratar las cuestiones teóricas y los asuntos jurídicos de varias especies que analizaba con toda la pericia de un profesor consumado".
Fue importante periodista y es conocida su polémica con Santiago Pérez, aparecida en el Correo Nacional y cuyos artículos, copilados en volumen, forman sus famosas Cartas Políticas.
Page 294
Al llegar a Bogotá se alojó donde su tío materno Manuel María Mallarino, entonces Presidente de la República, por haber sido elegido como vicepresidente para terminar el periodo del general José María Obando, destituido por el Congreso, después del golpe del general Melo. El gobierno de Mallarino, de 1855 a 1857, fue ejemplar, por la colaboración de los partidos, la disminución del pie de fuerza y la liquidación de las consecuencias de la guerra contra el general Melo. Obviamente, la experiencia del gobierno de Mallarino y su espíritu de tolerancia influyeron en el joven Holguín, quien durante su vida siempre trató de fomentar los gobiernos de colaboración entre los partidos.
Tomó parte activa en la guerra de 1860, en defensa del gobierno de Mariano Ospina Rodríguez y, como secretario del gobernador de Cundinamarca, Pedro Gutiérrez Lee, ajustó con Mosquera el armisticio de Chaguaní, que no fue aceptado por el Presidente Ospina.
De allí surgieron el triunfo de Mosquera, la toma de Bogotá, el fusilamiento de distinguidos partidarios del gobierno y la amenaza de ejecutar a Mariano y Pastor Ospina, lo que sólo se evitó por la intervención del cuerpo diplomático y de notables personalidades. Ante el posible fusilamiento de Carlos Holguín, éste se asiló en la casa del cónsul de Dinamarca, Carlos Michelsen, tronco de esta distinguida familia colombiana.
Triunfante Mosquera, entregó el gobierno al Partido Liberal; reformó la Constitución de 1858 con la federal de Rionegro, de 1863, que estableció los Estados Unidos de Colombia; creó los estados soberanos; disminuyó al máximo las facultades del Presidente, cuyo periodo se redujo a dos años; consagró las más absolutas libertades y separó a la Iglesia del Estado. Constitución inspirada en los radicales para controlar al general Mosquera. Pero, como lo dijo Núñez, con la Constitución nos defenderemos de Mosquera, y desaparecido éste, ¿quién nos defenderá de la anarquía?
Después del tormentoso gobierno de Mosquera, con la expropiación de los bienes de la Iglesia, de las comunidades religiosas y de las corporaciones sin ánimoPage 295 de lucro, la expulsión de los jesuitas y del arzobispo, las leyes sobre tuición religiosa, vino el primer gobierno, civilizado y ecuánime, de Manuel Murillo Toro, de 1864 a 1866. En 1866 viene de nuevo Mosquera, a quien le hicieron oposición los radicales y Carlos Holguín, a nombre de los conservadores, el cual terminó con el golpe de Estado del 23 de mayo de 1867, dado por los radicales y por el designado comandante del ejército, general Santos Acosta. Mosquera fue juzgado por el Congreso, y luego sustituido y desterrado.
En 1868 se posesionó de la presidencia el general Santos Gutiérrez.
El 10 de octubre de ese año el gobierno destituyó y encarceló a Ignacio Gutiérrez Vergara, gobernador de Cundinamarca, elegido popularmente para el cargo, quien había ofrecido su renuncia al Presidente, que no la aceptó y le prometió su respaldo. La detención del gobernador fue aconsejada por Murillo Toro, quien luego, como magistrado de la Corte Suprema, absolvió a Gutiérrez de todo delito. Cuando se le preguntó por esta contradicción, dijo que unas eran sus recomendaciones políticas y otros los fallos que dictaba como magistrado.
Era entonces, Carlos Holguín secretario de Gobierno de Cundinamarca y había sido portador de las garantías de solidaridad y cooperación del Presidente. Pero igual que el gobernador y también amenazado, Holguín se asiló en la embajada de Francia.
De aquí parte el proceso de la evolución política, impulsada por Carlos Holguín, contra los radicales, que viene a culminar, diez años después, en las elecciones del general Julián Trujillo y de Núñez, y...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba