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Democracia participativa y participación ciudadana en Colombia: Fundamentos, desarrollos normativos y resultados

AutorFabio E. Velásquez C.
Cargo del AutorSociólogo, especialista en Ordenación del Territorio, candidato a Doctor en Ciencias Políticas, Presidente Ejecutivo de la Fundación Foro Nacional por Colombia
Páginas3-39
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Democracia participativa y participación
ciudadana en Colombia:
Fundamentos, desarrollos normativos y resultados
Fabio E. Velásquez C.*
Resumen
Colombia le apostó en la década 1980 a la institucionalización de la partici-
pación ciudadana como una respuesta a la crisis de legitimidad del régimen
político. La implantación de un régimen de democracia participativa fue una
contestación a los límites comprobados de la representación política en Co-
lombia y una forma de buscar caminos incluyentes desde el punto de vista de
la acción política y de la toma de decisiones públicas. Este capítulo propone
una batería conceptual para examinar ese fenómeno, analiza las condiciones
y los diseños institucionales para el ejercicio de la participación ciudadana y
realiza un balance de los avances y los límites de la participación en los últi-
mos 25 años, así como de las amenazas que pueden debilitarla en el futuro.
Introducción
La Constitución de 1991 realizó un importante avance al implantar un régimen
de democracia participativa en Colombia, en virtud del cual los ciudadanos son
los actores directos en la toma de decisiones que afectan a su comunidad, sea
en el orden local, municipal, departamental o en el nacional. Para el ejercicio
de ese nuevo rol, los colombianos y las colombianas tienen a su disposición
una gran cantidad de espacios y mecanismos de participación que pueden ser
clasicados en dos grandes grupos: de una parte, los mecanismos de partici-
pación directa (plebiscito, referendo, iniciativa legislativa popular, revocatoria
del mandato, consulta popular, cabildo abierto), reglamentados por la Ley 134
* Sociólogo, especialista en Ordenación del Territorio, candidato a Doctor en Ciencias Políticas,
Presidente Ejecutivo de la Fundación Foro Nacional por Colombia.
Retos y tendencias del derecho electoral
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de 1994, de otra, una gran cantidad de instancias de participación ciudadana,1
a través de las cuales diferentes sectores de la población pueden canalizar sus
demandas, sus iniciativas hacia las autoridades públicas —especialmente en
el nivel municipal— e incidir de manera directa en las decisiones que toman
las autoridades públicas.
Las dos categorías conforman lo que podría llamarse la infraestructura
institucional de la participación ciudadana en Colombia, construida durante
dos décadas aproximadamente, a través de una amplia y, por momentos, dis-
persa legislación que dene los límites y las posibilidades de la intervención
de la ciudadanía en los asuntos públicos. La creación de esa infraestructura
obedeció a circunstancias socio-políticas ligadas a la crisis del régimen en los
años setenta y ochenta del siglo pasado y a la necesidad de modicar sustan-
cialmente las formas de relación entre el Estado y la sociedad, tradicional-
mente caracterizadas por el autoritarismo y el clientelismo.
Este capítulo busca precisar los antecedentes que llevaron a la implanta-
ción de la democracia participativa en el país, enunciar los principales rasgos
de la infraestructura participativa construida luego de la expedición de la
Constitución de 1991 y realizar un rápido balance de sus resultados, especial-
mente en el campo de los espacios de participación ciudadana en la gestión
pública. Para el logro de esos propósitos, el capítulo está estructurado en cuatro
grandes bloques: en el primero, se propone un instrumental conceptual para
la comprensión del signicado y el alcance de la democracia participativa y la
participación ciudadana; luego se examinan los principales fenómenos que
llevaron a la implantación del régimen de democracia participativa en el país;
el tercer bloque está dedicado al análisis de la infraestructura participativa en
los términos en los que se la ha denido previamente y en la parte nal se pre-
senta un balance de resultados de la participación, luego de cinco lustros de
experiencias en ese campo.
1 Entendemos la participación ciudadana como la acción de individuos o colectividades que bus-
can intervenir en el escenario público para incidir en las decisiones que los afectan. A diferencia de la
participación política, la participación ciudadana opera como un mecanismo a través del cual grupos
especícos de la sociedad buscan satisfacer intereses particulares. Por eso una de las grandes tensiones que
experimenta este tipo de participación es la relación entre interés particular y bien común. Ver: Cunill,
Nuria, Participación Ciudadana, , Caracas, 1990.
Democracia participativa y participación ciudadana en Colombia:
Fundamentos, desarrollos normativos y resultados
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1. Los sistemas democráticos: representación y participación
Comprender la noción de participación ciudadana y su referente, la democra-
cia participativa, obliga a considerar tres planos diferentes de la construcción
teórica. Un primer plano se reere a la teoría de la democracia como gobier-
no del pueblo. Es el debate sobre el signicado de esa acepción, ‘el gobierno
del pueblo’, el que permite comprender las relaciones entre representación
y participación como dos formas diferentes, aunque complementarias, de
ejercicio de la ciudadanía, base fundamental de los sistemas democráticos.
Un segundo plano tiene que ver con las llamadas ‘teorías de alcance medio’
sobre la participación ciudadana. Tales teorías se construyen como modelos
analíticos que ponen en juego una serie de conceptos, estos poseen referentes
empíricos y permiten interpretar procesos históricos, por ejemplo, las tenden-
cias y las interpretaciones de la participación ciudadana en América Latina.
Finalmente, un tercer plano se reere a una ‘batería’ de conceptos de bajo nivel
de abstracción que ayudan a realizar la lectura de experiencias participativas
concretas, en tiempos y espacios denidos.
La discusión, en el nivel más abstracto, aquel que acoge los debates sobre
el signicado de la democracia como forma de organización del Estado y la
sociedad, adquiere sentido cuando se observa la gran cantidad de adjetivos que
han tratado de especicar el concepto: democracia pluralista, de élites, de mer-
cado, deliberativa, agonística, participativa, representativa, y muchos más. Tales
adjetivos pretenden señalar énfasis particulares cuya clasicación no resulta tan
sencilla. Lo cierto es que esas ‘variantes’ de la democracia pueden ser ubicadas en
dos grandes corrientes o, como las llama David Held,
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en dos grandes modelos:
la democracia liberal representativa y la democracia directa. Por su parte, Santos y
Avritzer
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los llaman modelo hegemónico y contra-hegemónico de democracia.
1.1. El debate sobre la democracia
El primero de esos modelos se caracteriza por varias premisas: en primer
lugar, una apuesta por la institucionalización de las conductas ciudadanas
mediante la denición de instancias (los cuerpos de representación política)
2 Ver: Held, David, Models of Democracy, Stanford University Press, Stanford, 1987.
3 Ver: De Sousa Santos, Boaventuray Avritzer, Leonardo, “Introdução: para ampliar o cânone de-
mocrático”, en De Sousa Santos, Boaventura (org.), Democratizar a democracia. Os caminos da democracia
participativa, Civilização Brasileira, Sao Paulo, 2002.

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