La eficiencia relativa del sector real vs. la del sector financiero de la economía colombiana - Núm. 64, Junio 2017 - Apuntes del CENES - Libros y Revistas - VLEX 691283085

La eficiencia relativa del sector real vs. la del sector financiero de la economía colombiana

AutorGloria Isabel Rodriguez Lozano, Michael Hernando Sarmiento Muñoz
CargoDoctora en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia/Candidato a Magíster en Administración de la Universidad Nacional de Colombia
Introducción

La noción de eficiencia tiene su origen en el término latino efficientia y hace referencia a la habilidad de contar con algo o alguien para obtener un resultado. En términos del concepto de eficiencia y su utilidad, y a manera de ejemplo, tenemos que para Chiavenato (2004, p. 52) eficiencia "significa utilización correcta de los recursos (medios de producción) disponibles. Puede definirse mediante la ecuación E=P/R, donde P son los productos resultantes y R los recursos utilizados". Según Koontz y Weihrich (2004, p. 14), la eficiencia es "el logro de las metas con la menor cantidad de recursos". Mientras que para Robbins y Coulter (2005, p. 7), la eficiencia consiste en "obtener los mayores resultados con la mínima inversión". Ahora bien, para De Oliveira (2002, p. 20), la eficiencia significa "operar de modo que los recursos sean utilizados de forma más adecuada". Específicamente, para los economistas Samuelson y Nordhaus (2002, p.4), “eficiencia significa utilización de los recursos de la sociedad de la manera más eficaz posible para satisfacer las necesidades y los deseos de los individuos". Según Mankiw (2004, p.4), la eficiencia es la "propiedad según la cual la sociedad aprovecha de la mejor manera posible sus recursos escasos”; mientras que Andrade (2005, p. 253) la define como "expresión que se emplea para medir la capacidad o cualidad de actuación de un sistema o sujeto económico, para lograr el cumplimiento de objetivos determinados, minimizando el empleo de recursos".

Para lograr la medición de la eficiencia se consideran dos grupos de técnicas: paramétricas y no paramétricas. El primer grupo se apoya fundamentalmente en métodos econométricos, que permiten hacer una estimación de valores desconocidos de los parámetros de la relación de producción y efectuar diversos contrastes respecto a la validez del modelo (Rodríguez, 2016). El segundo grupo hace la medición de la eficiencia comparando cada entidad estudiada con las entidades restantes, mediante una combinación lineal, para obtener una frontera eficiente compuesta por indicadores de cada una de las entidades, con técnicas no estadísticas de programación matemática.

En este segundo grupo aparece el análisis envolvente de datos (Data Envelopment Analysis DEA, por sus siglas en inglés), cuyo modelo inicial se denominó modelo CCR en honor a sus creadores Charnes, Cooper y Rhodes, (1978). Cabe anotar que DEA es una metodología de frontera utilizada para medir la eficiencia relativa.

Koopmans (1951) define la eficiencia como una relación de salida/entrada, para la que no es posible aumentar su salida o reducir su entrada sin una reducción simultánea de su opuesto dividendo o divisor. Desde su aporte conceptual a lo que significa la eficiencia técnica, se han venido generando contribuciones para lograr medir de mejor manera la eficiencia de las organizaciones. De tal manera que en el presente, DEA permite la medición de la eficiencia relativa de unidades organizacionales denominadas Decision Making Units (DMU por sus siglas en inglés), donde hay presencia de complejidad, pues existen múltiples entradas y múltiples salidas. Con esta técnica es posible la optimización de cada una de las unidades organizacionales, para obtener un grupo que forma la frontera de las que son eficientes y evidenciar las que no lo son. Es necesario aclarar que la acepción de unidades organizacionales (DMU) se prefiere, dado que representa a todo tipo de organizaciones donde se toman decisiones en su interior (Charnes, Cooper, Golany, Seiford & Stutz, 1984).

En este contexto es relevante medir la eficiencia del sector real de la economía, puesto que son las entidades que lo componen las que permiten a los individuos y a otras empresas satisfacer sus necesidades con bienes o servicios que ofertan a sus consumidores. El bienestar de un país puede ser medido a través de la satisfacción que obtienen sus ciudadanos al poder obtener satisfactores en el mercado que garanticen un estilo de vida digno y libre. De ahí la importancia de que los recursos que se utilizan en la producción de bienes o los esfuerzos en la prestación de los servicios sean adecuados, es decir, eficientes.

Pero también es necesario reconocer que estas entidades que componen el sector real de la economía requieren de capital que les permita financiarse para garantizar su operación, y son precisamente las entidades que componen el sector financiero las que tienen la facultad de proporcionarlo.

De tal manera que esta investigación presenta los resultados de la medición de la eficiencia relativa, indicadores DEA, tanto de las empresas del sector real de la economía colombiana, como de las entidades pertenecientes al sector financiero colombiano para el año 2014, haciendo una comparación de estos resultados.

Revisión bibliográfica

En el ámbito mundial, la metodología DEA ha sido utilizada para medir la eficiencia de los bancos, componente fundamental del sector financiero, como es el caso de los bancos vietnamitas, en donde un estudio reveló, para el período de 2000-2014, el impacto que la rentabilidad y los efectos de reformas hechas por el gobierno tuvieron en la eficiencia de los mismos (Nguyen, Nghiem, Roca & Sharma, 2016); así como el caso de Ghana, en el que mediante el uso de DEA se determinó la relación entre eficiencia y competencia para los bancos de este país y cuyo fruto fue la recomendación de enfocar los esfuerzos en la mejora de la competitividad a través de la reducción de las tasas de interés y el acceso a los créditos para impactar positivamente en el crecimiento económico (Alhassan & Ohene-Asare, 2016).

Para los países asiáticos del oriente de este continente se ha usado la técnica para examinar la relación entre la eficiencia de los bancos comerciales, la gobernabilidad del país y la regulación existente en los mercados financieros (Chan & Abd, 2016). Para el caso latinoamericano, Seffino y Hoyos (2016) usaron DEA para medir la eficiencia de entidades bancarias argentinas e identificaron los elementos que permitieron que cada una de estas entidades alcanzara su respectivo desempeño, el resultado permitió vislumbrar una mejora en la productividad total.

En economías emergentes, la aplicación de DEA respecto al nivel de desarrollo económico de las provincias chinas mostró la necesidad de disminuir la disparidad que existe en estas regiones, a pesar de que sus oportunidades para mejorar son distintas; en las provincias ubicadas en la costa debería enfocarse en la innovación, mientras que en las provincias occidentales, en implementar estrategias de desarrollo (Li & Zhao 2015). También el uso de la técnica permitió evaluar la eficiencia de la industria de alta tecnología en el mismo país para 2012, donde se evidenció el impacto que tienen los efectos de agentes ambientales no controlados para el desarrollo de su actividad económica (Jiang, Jiang, Wu, Liao & Xu, 2015).

Škare y Rabar (2016) usan la técnica para la obtención de la eficiencia macroeconómica de los países, con el fin de entender las diferencias que existen en su desarrollo y crecimiento económico. Adler, Yazhemsky y Tarverdyan (2010) proporcionan en su investigación un marco que combina aspectos sociales, ambientales y económicos, para visualizar los países a través de la eficiencia relativa, respecto al uso que dan a sus recursos internos con el propósito de cumplir los objetivos de desarrollo del milenio (ODM).

Cronjé y Beer (2010) señalan que el desempeño financiero de los bancos, expresado en términos del rendimiento sobre activos (ROA), muestra que este se ajusta de acuerdo con la eficiencia de los ingresos y gastos, y tiene impacto directo en los beneficios futuros esperados. Para el caso latinoamericano, Chortareas, Garza-García y Girardone (2012) determinaron la eficiencia relativa de las observaciones de la banca mexicana, que corroboró los problemas más marcados en el continente: la falta de disponibilidad de créditos con tasas de interés bajas, a pesar de las reformas realizadas al sector financiero.

Para Europa, Thanassoulis, Boussofiane y Dyson (1995) evaluaron el desempeño de unidades organizativas como sucursales bancarias y escuelas en Inglaterra, utilizando DEA y el análisis de relaciones como herramienta alternativa, y concluyeron que la primera metodología arrojó resultados más apegados a la realidad. Para el caso de estudio, en Francia, Wanga, Lu y Liu (2014)...

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