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El fin último de la medicina

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AutorJorge Merchán Price
Páginas87-92
PARTE II. ÉTICA MÉDICA: FUNDAMENTOS
87
Capítulo 3
EL FIN ÚLTIMO DE LA MEDICINA
El n de la medicina, como lo decía ya en su tiempo el mismo Aristóteles, es
uno solo: la salud.
“Cualquier arte y cualquier doctrina, y asimismo toda acción y elección,
parece que a algún bien es enderezada. Por tanto, discretamente denieron
el bien los que dijeron ser aquello a lo cual todas las cosas se enderezan…
Pero como sean muchas las acciones y las artes y las ciencias, de necesidad
han de ser los nes también muchos. Porque el n de la medicina es la salud,
el del arte de fabricar naves la nave, el del arte militar la victoria, el de la
disciplina familiar la hacienda.”23
Y como es obvio que no puede concebirse la salud sin la vida, la medicina
busca siempre y en todo lugar y circunstancia preservar la vida del enfermo.
En ese sentido, el médico solo es un subordinado de ese n y nunca lo es,
en pr imera instancia, de la ley ni del Estado, ni de ningún grupo social y ni
tampoco de ninguna ideología o religión que no respete el valor biológico de
la vida.
Y cuando decimos que el n de la medicina es la salud, estamos diciendo que
el n de la medicina es la salud del “enfermo en particular” y no de la “sociedad”
ni de la “humanidad”. Las enfermedades sociales o de la humanidad como la
drogadicción, la pobreza, la indigencia, la sobrepoblación, entre muchas
otras, no necesitan médicos para “eliminar” a los drogadictos, a los pobres, a
los indigentes, a los ancianos y a las criaturas por nacer. Lo que necesita una
sociedad enferma es una clase dirigente sana y limpia, justa y ecuánime, es
decir, buenos políticos. El enfermo en particular, a diferencia de la sociedad
enferma, requiere médicos y no políticos.
23 Aristóteles. Ética a Nicómaco, Párrafo introductorio, libro Primero, capítulo Primero.

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