Introducción - Cuando callan los fusiles - Libros y Revistas - VLEX 787491893

Introducción

AutorCarlo Nasi
Páginas23-50
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Introducción
Al cabo de varios años de conflicto armado, distintos gobier-
nos y organizaciones guerrilleras firmaron acuerdos de paz en
Colombia (entre 1990 y 1994), El Salvador (1992) y Guatemala
(1996). Estos a cuerdos ne gociados han sido considerado s
como exitosos, en el sentido de que las partes en conflicto
cesaron l as hostilidades y no reanudaron la confrontación
armada en años posteriores (en Colombia, éste fue el caso
de las guerrillas que firmaron acuerdos de paz). En Nicara-
gua el proceso de pacificación fue un poco distinto, aunque
involucró negociaciones con los contras entre 1990 y 1992. La
pregunta central que este libro plantea y pretende contestar
es: ¿en qué medida los acuerdos de paz produjeron cambios
fundamentales en los cuatro países?
Comprender có mo las guerras internas h an finaliza do
gracias a acuerdos negociados puede brindar algunas lecciones
útiles para otras regiones del mundo donde las guerras civiles
causan gran sufrimiento. Hoy en día, las guerras civiles supe-
ran en número y son más prolongadas que las internacionales,
tienden a producirse en países pobres y usualmente involucran
formas particularmente brutales de violencia (Wallensteen y
Axell 1994; Licklider 1995; Walter 1997). Estas guerras también
crean incentivos perversos que autorrefuerzan los ciclos de
violencia y hacen ma s difícil deten er las hostil idades (Ber-
tram 1995; Licklider 1995; Zartman 1995; Berdal 1996; Ball y
Halevy 1996; Walter 1997; King 1997). Firmar acuerdos de paz
implica para las organizaciones armadas rivales, que se han
estado matando entre si durante años, superar los temores
y la desconfianza y aprender a convivir1. Construir una paz
sostenible es una labor particularmente difícil, dado que las
situaciones de postconflicto usualmente se caracterizan por
la exis tencia de una gr an polarización social, institucio nes
estatales débiles e incapaces de cump lir con las funciones
1 La partición territorial representaría una alternativa a esto,
pero no fue considerada como opción en El Salvador, Guatemala
o Colombia.
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c ar lo n as i
básicas de gobierno, y por la presencia de múltiples sectores
interesados en prolongar la guerra2.
Aunque cada caso tiene elementos sui generis, terminar
las guerras internas por la vía negociada conlleva problemas y
retos similares en distintos países. Un análisis comparativo de
las experiencias de Colombia, El Salvador, Guatemala y Nica-
ragua permitirá derivar conclusiones empíricamente fundadas
y formul ar recomendaciones sobre las polí ticas dirigidas a
finalizar las guerras civiles en otras naciones en vías desarrollo,
donde el entorno y los desafíos sean semejantes.
El presente libro abarca todo el universo de acuerdos ne-
gociados exitosos entre Estados y grupos rebeldes en América
Latina durante la Posguerra Fría. Además de estudiar a Co-
lombia, El Salvador, y Guatemala, este libro se referirá al caso
nicaragüense, aunque algunas características particulares del
proceso político en ese país lo distancian de los otros casos3.
2 Las guerras civiles generan “sistemas económicos” particula-
res que tienen sus beneficiarios. Se trata de aquellos individuos o
grupos involucrados en extorsiones, estafas, secuestros, comercio
de armas y muchas actividades económicas ilegales que son favo-
recidas por un estado de semianarquía. Los mismos líderes de las
organizaciones armadas corren el riesgo de perder poder, presti-
gio, estatus y credibilidad frente a sus seguidores, si son percibidos
como “blandos”, en el sentido de que renuncian a la guerra a cam-
bio de pequeñas concesiones. Sobre estos temas, véase David Keen
(1998), Mats Berdal y David Keen (1997) y R. T. Naylor (1993).
3 Los contras eran milicias de derecha que emprendieron nego-
ciaciones de paz con el gobierno en un sentido limitado. Dado que
los contras eran altamente dependientes de la ayuda norteamerica-
na, fueron básicamente desmontados unilateralmente por la admi-
nistración Bush luego del fracaso electoral del gobierno sandinista
en 1990 (Spalding 1999: 36-37). Con la elección de Violeta Barrios
de Chamorro como presidente, en Nicaragua los contras no queda-
ron en posición de combatir al gobierno, ni tenían razón para ne-
gociar acuerdos de paz amplios con un gobierno amigo (Spalding
1999: 37). A falta de un verdadero programa de reinserción que
brindara asistencia económica y social, se produjo un rearme y re-
movilización de un número sustancial de contras y de ex soldados
del fsln. Mientras que 22.413 contras se desmovilizaron en 1990, en

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