La pobreza y el concepto holístico de desarrollo
| Autor | Arco Ricardo Jiménez Solano |
| Páginas | 31-162 |
Capítulo 1 31
Capítulo 1. La pobreza y el concepto holístico de desarrollo
Capítulo I
La pobreza y el concepto
holístico de Desarrollo
“El Desarrollo es un continuo proceso orientado a mejorar la
calidad de la vida humana en todos sus aspectos, incluyendo
el político, económico, sociocultural, espiritual y ambiental en
términos sustentables. El Desarrollo debe asegurar la equitativa y
justa distribución y control de los recursos naturales y de los hechos
por el hombre, así como su adecuada utilización en el presente,
sentando las bases para que lo hagan y los disfruten las futuras
generaciones.
El Desarrollo es también un proceso que “empodera” los pobres
y los sectores excluidos de la sociedad para la transformación y
superación de su situación actual, y para la satisfacción de sus
necesidades libres de dependencias o dominación. El Desarrollo
garantiza la justicia, la seguridad, la equidad, la dignidad, el
respeto, el buen gobierno y la paz en todos los niveles de interacción
humana, desde el familiar y comunitario en lo local, hasta el plano
de la relación entre países y sus organizaciones en el internacional.”
ASCHALEW ABEBE / Etiopía 2008 10
10 Reflexiones sobre el Desarrollo. Cátedra en la Maestría de Planeación
y Administración del Desarrollo Regional Spring – Spatial Planning for
Regions in Growing Economies-. Universidad Técnica de Dortmund.
Alemania 2007.
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Arco Ricardo Jiménez Solano Política agraria y postración del campesinado en Colombia
Múltiples formas de pobreza acechan nuestra sociedad, cada una
derivada de una necesidad humana insatisfecha. Las clases privilegiadas
del orden moderno, las que obscenas dilapidan los recursos que
debieran satisfacer las necesidades de todos, están privadas de
espíritu y sensibilidad, como los desheredados e indigentes lo están de
riqueza material. La pobreza es esquiva a distinciones de clase, credo
o raza; se extiende inexorable en cada vez mayor número de individuos,
familias y colectividades.
La sociedad contemporánea adolece de una crónica pobreza afectiva
y de entendimiento, que provoca en los individuos un estado de
inconsciencia, letargo e indiferencia ante las necesidades de los
demás. Conocemos cada vez más sobre el universo y hemos penetrado
con agudeza el microcosmos, perfeccionamos nuestra visión sobre
planetas y constelaciones, y ahondamos ávidos en las partículas
subatómicas explorando su naturaleza y poderes, al tiempo que
aturdidos permanecemos cada vez más distantes e ignorantes de la
esencial sabiduría que entrelaza todos los elementos del cosmos y
nos hace una unidad con nuestros semejantes, con la naturaleza y lo
infinito. Superfluos, fragmentados, aislados, insensibles, arrastramos
nuestra propia desgracia. Graves patologías surgen de tal estado
que mina al ser humano, a su cuerpo, a sus procesos mentales y a
su sentimiento. Desesperación, depresión, miedo, ansiedad, stress,
insomnio, angustia, bulimia, anorexia, neurosis e histerias afligen
insistentes el comportamiento humano de la contemporaneidad.11
Este escrito, sin embargo, trata sobre la pobreza material, aquella con
la que se suele asociar el concepto, aunque al hacerlo, vincula todas
las formas de pobreza que pueden derivarse de ella. Aquella quizá
más fatídica, vinculada al hambre y a la zozobra por la sobrevivencia.
Aquella que impide brutalmente la feliz satisfacción de todas las
necesidades humanas, salvo en los casos de los ascetas o eremitas o
11 Un detallado análisis de las finitas e invariables necesidades humanas, sus satisfactores (los
elementos que satisfacen o “actualizan” las necesidades) y las formas de pobreza y patologías
individuales y colectivas derivadas de la insatisfacción de tales necesidades puede encontrarse
en: Max-Neef, Manfred. Desarrollo a escala humana. Cualquier edición.
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Capítulo 1. La pobreza y el concepto holístico de desarrollo
aquellos que optan libremente por ella animados por una convicción
espiritual. Para los demás, ella representa la imposición de una muerte
lenta y dolorosa.
Podemos caracterizar la pobreza ante todo, como “un estado de
privación del bienestar”, como una barrera contra el feliz desarrollo y
realización de los individuos, sus familias y comunidades, que afecta
la dimensión expresamente material (consumo de alimentos, vivienda,
educación, salud…) y otras esferas de la vida: inseguridad personal y
de los bienes, vulnerabilidad (a la enfermedad, a los desastres y a las
crisis económicas); exclusión social y política, entre otros factores”.12
Es pues un “síndrome situacional en el que se asocian el infra consumo,
la desnutrición, las precarias condiciones de vivienda, los bajos niveles
educativos, las malas condiciones sanitarias, una inserción inestable
en el aparato productivo, actitudes de desaliento y anomia, poca
participación en los mecanismos de integración social, y quizá la
adscripción a una escala de valores diferenciada en alguna medida de
la del resto de la sociedad”.13 Cabe agregar a estas características,
la acentuada perdida de la autoestima y la progresiva destrucción
de la dignidad. Incluye también la debilidad en dimensiones no
materiales relacionadas con las exigencias actuales para la obtención
de conocimiento: disposición analítica, capacidad de procesamiento
de información, acceso a la tecnología, habilidades de comunicación,
teorización, síntesis y abstracción.
Es evidente que la pobreza estructural en el ámbito material amenaza
colapsar el orden mundial. A la par que los grandes capitales se
acumulan de manera inverosímil, la pobreza se extiende inexorable
por toda la faz de la tierra. Es la plaga que azota la sociedad
contemporánea. De los seis mil millones de personas que habitan el
12 López, Castaño Hugo y Núñez, Méndez Jairo. Pobreza e inequidad en Colombia. Diagnóstico
y estrategias. Departamento Nacional de Planeación. Misión para el diseño de una estrategia
para la reducción de la pobreza y la desigualdad Merpd. Bogotá, Colombia, 2007. Página 39.
13 Dirven, Martine. Alcanzando las metas del milenio: una mirada hacia la pobreza rural y agrícola.
Cepal, Naciones Unidas. Serie Desarrollo Productivo No. 146 Santiago de Chile, enero de 2004.
Página 11.
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