La vinculación de los pobres a las actividades económicas
| Autor | Ignacio Aguilar Zuluaga |
| Páginas | 63-68 |
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capítulo 13
La vinculación de los pobres a las actividades económicas
Ya hace sesenta años que el Banco Mundial (prácticamente desde su fundación), las naciones donantes, consideradas ricas, diversas organizaciones internacionales, gobiernos nacionales y en tiempos recientes organizaciones de la sociedad civil, han librado una lucha continua por el bienestar general pero no han erradicado la pobreza y la extrema miseria que padecen las dos terceras partes de la población mundial. La adopción por parte de la ONU de los “Objetivos de Desarrollo del Milenio” (ODM) sólo subraya esta realidad: “al entrar el siglo XXI, la pobreza y la privación de derechos que la acompaña continúa siendo uno de los problemas más desalentadores del mundo”. El economista C.K. Prahalad en su libro, ampliamente divulgado, trata de demostrar que los pobres “son en sí mismos empresarios con alta capacidad de recuperación y consumidores con sentido del valor”.
Sostiene este autor que es necesario en los países más pobres e insuficientemente desarrollados mejorar el enfoque y los métodos para ayudar a los desfavorecidos. Un enfoque que supone asociarse con ellos para innovar y conseguir nuevos escenarios, en los cuales se comprometan activamente y para que las empresas que les suministren bienes y servicios realicen un buen negocio y sean rentables. El enfoque (convertido en un programa en marcha), existe en Bangladesh, India, Brasil y México, donde se crearon empresas que están llevando a cabo negocios muy beneficiosos para ellas y para millones de pobres que se convirtieron en empresarios productores y consumidores, en niveles y condiciones jamás imaginados.
Surgieron mercados en los núcleos más marginados de la población que han sido la vía más efectiva para erradicar la pobreza y surgió, además, lo que el mismo Prahalad denominó el “capitalismo incluyente”.
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UN ANÁLISIS DEL DESARROLLO, LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD
A los pobres no se les debe marginar ni subestimar. Se les debe estimular su autoestima y ofrecerles opciones que les permitan salir de sus condiciones de discriminación y marginalidad. Los pobres constituyen un mercado potencial muy amplio y valioso, que se transforma en un “capitalismo incluyente”, que es el sistema económico indicado para superar la pobreza, la desigualdad y la marginalidad social.
Una competencia libre y leal del sector privado, que entienda y practique los principios éticos, puede transformar a los pobres; los puede convertir en consumidores reales y en verdaderos agentes económicos. Así, el alivio de la pobreza será una tarea del sector empresarial, compartida con los integrantes de “la base de la pirámide” y los demás núcleos y estamentos socioeconómicos nacionales.
El economista indio, en su obra, trae ejemplos muy valiosos de empresas privadas que producen y venden volúmenes enormes, con financiación y facilidades al alcance de las familias más pobres y las cuales, en virtud a esas políticas del sector privado y de su participación directa, lograron salir de la indigencia y situarse como miembros de un mercado real y en crecimiento. Están conformando las filas y grupos de más de 200 millones de personas antes indigentes y marginados. Unas acciones de esta naturaleza, lideradas por el sector empresarial colombiano, podrían contribuir a la reducción de la pobreza y la desigualdad. Apoyadas por el Estado y por toda la sociedad, ayudarían a que el país dejara de ostentar hoy un tercer lugar en Latinoamérica como país con una mayor desigualdad.
De acuerdo con los informes del Banco Mundial y la CEPAL, el coeficiente de Gini para Colombia es 0,54, mientras que para América Latina y el Caribe es de 0,47, en promedio.
Participación de la comunidad marginada
Mary Racelis, experta de las Naciones...
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